Natalia, voluntaria en Puerto Maldonado, nos envía estas reflexiones sobre la minería en el departamento de Madre de Dios:
Tomar contacto con las realidades que ocurren en nuestro mundo es importante, te permite tener una visión más personal y critica, y en ocasiones torna tu opinión de los mismos, porque desde lejos, las cosas siempre parecen más sencillas. Eso es precisamente lo que me ha ocurrido a mí en Puerto Maldonado.
Cuando llegas aquí descubres que tu mirada en blanco y negro torna a pintarse de grises. Madre de Dios es un departamento amazónico situado al sur de la selva. Sus paisajes son espectaculares, y sus tierras ricas en plantas y animales así como madera y sobretodo oro. Sus gentes son abiertas y amables, y por la ciudad y en las comunidades se entremezclan colonos y amazónicos...
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Emilio ha estado viviendo una experiencia de misión durante casi 2 meses en la misión de Colorado y de Puerto Maldonado. En esta última ha colaborado en la oficina de Derechos Humanos que llevan las Dominicas Misioneras del Rosario:
Os dejamos el testimonio de Manolo, un médico valenciano que ha estado echando una mano en la misión de Puerto Maldonado durante los meses de septiembre y octubre. Ha regresado encantado de la experiencia y con ganas de volver.
La aventura llega a su fin, pero no por ello hemos dejado de exprimir hasta el ultimo momento en esta preciosa tierra. Esta última semana hemos atravesado el temido y bello Pongo de Mainique, hemos tenido la oportunidad de compartir brevemente con la comunidad de Timpia, y nos hemos despedido de la comunidad de Koribeni y de todas las personas que han cuidado tanto de nosotros que nos han hecho sentir como en casa durante estos dos meses.
Raquel nos deja esta reflexión desde Koribeni sobre la visita a las comunidades nativas del valle del Yavero.
Hoy queremos escribiros desde Koribeni sobre Panchita y Gerardo.
Esta semana hemos estado visitando tres comunidades machigengas: Yokiri, Matoriato y Kiraáteni. Ha sido una semana en la que a través de las personas que nos hemos encontrado el evangelio se hace realidad, sin ser cuestiones basadas en la fe, simplemente hechos incuestionables que ya Jesús vivió en su día a día, y que nosotros gracias a la experiencia de misión experimentamos entre este pueblo.
Treinta y cinco jóvenes indígenas de la misión de Kirigueti se reunen en una convivencia. Los juegos, dinámicas momentos de reflexión llenaron dos días de trabajo. El esfuerzo mereció la pena