Tras la misa de envío del pasado día 18 de junio, otro año más nuestros voluntarios se disponen a salir para las misiones de la familia dominicana. Este año son 21 personas de todas las edades las que llevan todo el año preparándose para esta tarea y...
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Recorrer Manabí es recoger los pasos del dolor, de la desolación, de la destrucción y el miedo. Plásticos improvisando techos, cocinas, ollas, colchones y ropa a las orillas de las calles y carreteras. Casas que parecen maquetas, porque les faltan partes, paredes, techos, pisos, que aun guardan objetos que representan años y años de trabajo, de sudor y esfuerzo. Familias esperando la noche para acurrucarse juntas, para esperar otra vez el día, para ver si amanece definitivamente.
El pasado 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, tuvo lugar en Nueva York la ceremonia oficial de Alto Nivel, convocada por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, que marca el inicio del período de ratificación por parte de los Estados del Acuerdo de París, como el nuevo instrumento de la comunidad internacional que reconoce el cambio climático como una amenaza real en la vida de las personas, y que debe ser abordado en un ámbito global de cooperación. Las organizaciones que integran la alianza “Enlázate por la justicia” –Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes— valoran la buena voluntad política que permitió, en diciembre de 2015, lograr un consenso entre 196 países de cara al citado Acuerdo.
El último derrame de petróleo en la Amazonía peruana despertó la alerta mundial por su impacto ambiental, pero hay otras víctimas en las que pocos piensan. Mientras la industria se lleva la riqueza del subsuelo, las mujeres indígenas de esas mismas zonas permanecen pobres, aisladas, expuestas a enfermedades y a la violencia familiar. En el Día Internacional de la Mujer, el siguiente panorama muestra que en lo profundo del país hay poco por celebrar.
Berta Cáceres llevaba años luchando por los derechos indígenas y medioambientales y denunciando asesinatos y amenazas de activistas.
Radio Sepahua nació en 2002 con la misión de transmitir palabras, mensajes que debían llegar con urgencia a lugares recónditos de la selva amazónica peruana. Como un teléfono, las ondas eran el hilo que mantenía unidas a las familias que pueblan las orillas de los ríos Sepa y Mishagua. Trece años después, las noticias de esta pequeña emisora impulsada por los dominicos reflejan una profunda transformación sociocultural.