La “Bestia” es el nombre que recibe el tren que cruza México repleto de migrantes centroamericanos que han pagado con sus ahorros a las diferentes mafias para que les pasen a Estados Unidos. A lo largo de ese itinerario se van sumando albergues y espacios de acogida que acampan en medio de la violencia y del desprecio humano. Sacerdotes, religiosas y laicos se multiplican en estas labores.
Seguir leyendo