No conozco todavía a ningún religioso, centroafricano o expatriado, que haya salido del país para “ponerse a salvo”. Y estoy seguro de que el Papa Francisco irá para decirles que está muy orgulloso de ellos por ser pastores como él quiere. Decir que huelen a oveja sería poco. Los curas y monjas en Centroáfrica huelen a sangre y a pólvora.
Por José Carlos Rodríguez - Antena Misionera 23/enero/2015
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