Jornada de Formación “Los retos del voluntariado internacional hoy” de Redes ONGD
La jornada organizada por el grupo de voluntariado internacional de la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario se ha realizado en Madrid
Redes ONGDha convocado una jornada formativa este jueves 10 de noviembre a la que hemos asistido para reflexionar sobre el voluntariado internacional, centrándonos en dos aspectos: nuevos perfiles de personas voluntarias, y ¿qué proponer cuando una persona voluntaria finaliza su experiencia?
Juan María González-Anleo comenzó con su exposición “El contexto social ante los nuevos perfiles de personas que desean tener experiencias de voluntariado internacional” sobre la juventud en la España de hoy, que es un perfil habitual que participa en nuestro voluntariado (entendiendo jóvenes entre 18-30 años). Una juventud permanentemente en crisis: Descalabro de grandes ideologías, con modelos de
aprendizaje más amplios y mestizos (no hay un sistema claro de valores), se da una podredumbre moral de las instituciones (¿qué ejemplo damos a los jóvenes?), ruptura de los pactos fordistas (la sociedad le dice al joven que se esfuerce, trabaje, estudie y la sociedad te recompensará). Hay exclusión laboral de los jóvenes: paro, trabajos indecentes, sobre cualificación, contratos temporales, becario-titulado, meritocracia, pobreza laboral (que los que trabajan sean pobres no tiene sentido…). ¿Cuál es la probabilidad de que tengas que salir de España para tener una vida digna? Los jóvenes no encuentran su futuro aquí. Para poder independizarse los jóvenes tendrían que utilizar el 80% de su sueldo y caerían en la miseria. Se sienten excluidos del sistema institucional español (fuerzas armadas, monarquía, empresas, gobierno, Iglesia…). En un contexto de débil asociacionismo, se da una zombificación social, son nativos digitales y tienen altos niveles de frustración. El núcleo duro de los valores de los jóvenes son libertad (cuerpo, moral, ocio, sexo y consumo) y autonomía, rebeldía (todos queremos ser únicos), tolerancia (la tolerancia es uno de esos valores faros que, en vez de alumbrar, deslumbra; J. Elzo) e inclusión. Tienen necesidad de escucha, protagonismo, estar conectados, sedientos de sentido, pero tienen pánico a comprometerse…
Después dedicamos un espacio a compartir los nuevos perfiles del voluntariado internacional con Ana Vázquez de Entreculturas (VOLPA) Y Victor Arias de la Fundación Kambia. Los nuevos perfiles son: Prejubilados y jubilados (años deseando esta experiencia que su vida laboral y familiar no lo ha permitido, media o larga duración); Profesorado de los Colegios de las Órdenes Religiosas de las entidades (experiencias de verano), Jóvenes que quieren tener una experiencia, es un perfil con bastante diversidad, que no continúa al regreso, quiere hacer voluntariado por un tiempo concreto, pero no están acostumbrados a procesos de reflexión, no les importa tanto desde dónde, sino la acción. Viven en conexión en tiempo real a través de las redes y a veces eso es muy individual y no tanto en comunidad. Personas con trastornos mentales (cláusula de compromiso para tomarse la medicación). Migrantes o personas refugiadas.
Los retos de las entidades: que se asuma un compromiso serio y responsable, vencer la tensión, grupo de referencia, nuevas formas de voluntariado, ser y estar más que el hacer. Apertura al encuentro, estar en disposición de recibir, evitar roles de protagonistas o de liderazgo. Recordar que no tiene más importancia el proyecto que la comunidad, no fomentar la dependencia, más procedimientos o encarecimiento, sostenibilidad de las propuestas, una formación adecuada, acompañamiento a las personas voluntarias, alinear los objetivos de la entidad con los programas de voluntariado internacional, itinerarios del voluntariado en redes, reflexionar sobre el voluntariado. Gestión de conflictos, procedimiento de seguridad, sostenibilidad económica, cerrar bien las experiencias, conocer los códigos de los países, poca convocatoria.
Alexia Gordillo, de Taller de Solidaridad, dinamiza el trabajo en grupo ¿Y a la vuelta qué?del que recogimos algunas reflexiones como que hay que despedirse y no crear dependencias ni reconocimiento excesivo. Dejar las cosas cerradas. Preparar a los que nos esperan aquí. Las dificultades sonel choque de valores, el retorno a la fragmentación, sensación de falta de interés del entorno por la experiencia.
Los recursos que podemos emplear son compartir con personas que han vivido algo similar, silencio y espacios personales para saborear e integrar la experiencia, narrar lo vivido, paciencia con el ritmo propio y el de los demás. ¿Qué me he traído? Sombras (frustraciones y expectativas no cumplidas) y luces; una mirada nueva; capacidad de pensar y vivir de otra manera, compromiso personal; conciencia de una ciudadanía comprometida.
Posteriormente compartimos en cuatro grupos alrededor de las preguntas: ¿qué hacemos para acompañar al voluntariado?, ¿qué esperamos de los voluntarios? ¿qué dificultades encontramos? y ¿cómo podría cuidar y favorecer la vinculación a la vuelta?
