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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

¿Enseñar a pescar?

Cuando un refrán o proverbio, que tiene elementos valiosos es interpretado de un modo unívoco… Y no se mira, más allá del refrán, cuando es mal usado, todo lo que esto encierra o significa. Ahí empieza el problema en el que lo sabio se transforma en instrumento de injusticia. Reflexión de Eduardo de la Serna.

Los proverbios, o los refranes, suelen encerrar sabiduría. Pero, ironizando, el problema es cuando algunos se quedan con la llave. Cuando un refrán o proverbio, que tiene elementos valiosos es interpretado de un modo unívoco… Y no se mira, más allá del refrán, cuando es mal usado, todo lo que esto encierra o significa. Ahí empieza el problema en el que lo sabio se transforma en instrumento de injusticia.

Un ejemplo evidente creo encontrar en el clásico proverbio – parece que chino – no le des un pescado, enséñale a pescar, o – la idea es la misma – si le das un pescado, lo alimentas un día, si le enseñas a pescar, se alimentará toda la vida. La idea no es mala, pero… Insisto: ¡¡¡pero…!!!

Ese refrán suele ser usado por aquellos que se niegan a la solidaridad, los que se niegan a los subsidios o planes de alimentación de las comunidades con hambre. Y no estaría de más preguntarnos, retóricamente, ¿cuándo esos tales “enseñaron a pescar”? ¡Nunca! sin duda alguna, ¡nunca! Sólo quieren encontrar una excusa para no compartir nada. Pero…

Pero queda una pregunta, antes de ir al fondo, según creo. ¿Quién dijo que no saben pescar? ¿No es una falta absoluta de respeto al hambriento y al pobre decirle que no sabe “pescar”? Porque yo creo que sí saben. ¡Y bien!

Y mi pregunta de fondo: ¿es que no saben pescar o que no le dejan acceder al río? Porque si el río lo han privatizado, se lo han apropiado, el pescador tendrá hambre, pero no por no saber pescar, sino por no poder hacerlo. Porque unos pocos (siempre los mismos “pocos”) le han robado el río. No se trata, entonces, que le enseñemos a pescar, sino a recuperar su río. Repito: ¡suyo!

Me inspiró estas líneas un maravilloso “chiste” que acabo de recibir: “al gorila no hay que darle la vacuna sino enseñarle a fabricarla”. Como chiste me parece maravilloso e invita a pensar. Encierra sabiduría. Pero no hay que darles ideas. Porque mañana la fabricarán y – como hicieron con el río – se quedarán con la vacuna que la cobrarán a precio Pfizer… perdón… la cobrarán a precio inaccesible. Para eso era que estaba el Estado… por eso lo deshicieron y nos dejaron sin ministerio de salud… No era precisamente para enseñarnos a pescar, que eso no les interesa. Se trata de recuperar el río antes que la Corte Suprema diga que no se puede (porque de ella también se han apropiado).

 

Eduardo de la Serna
Sacerdote argentino
Publicado orginalmente en su blog