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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

Madre Esther desde Koribeni

Hoy colgamos el testimonio de la Misionera Dominica del Rosario Ester Rojas Natividad, original de Filipina.

Esther es misionera en Perú desde 1997. Actualmente se encuentra en la misión de Koribeni, donde muchos de nosotros hemos tenido la suerte de conocerla.

 

Mi vocación es un milagro de Dios. Tenía una amiga y consideraba a su familia como la mía, un día me dijo que ella era aspirante de las Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario, como se llamaban antes. También me dijo que para el siguiente año entraría de postulante. Yo tenía una emoción mixta, pues no sabía qué contestarle. Llegó el día esperado y mi amiga fue al convento.

Un día en la universidad, como mi amiga seguía estudiando, le dije si yo podía visitarle y qué día. Me contestó: solamente los domingos. Empecé a visitarle y me gustaron primero los hábitos de las Madres. Le dije, quiero ser como ellas. Consolación me presentó a la Hna. Janett Chaud y desde esa vez ya no visitaba a mi amiga sino a Janett.

Después de 2 años decidí entrar al convento a pesar de muchas contrariedades.

En 1995, el año de la Renovación Congregacional en Lima, otro milagro, fui una de las escogidas para participar en el encuentro de renovación. Nos dieron muchas oportunidades. Visitamos casas de misión de las dos provincias. Cuando llegamos a Puerto Maldonado visitando las huellas de la Madre Ascensión y del Padre Ramón Zubieta en medio del encanto de Puerto Maldonado, dije, REGRESARÉ.

Cuando regresé a Perú, la Provincia Santo Tomás con generosidad me dio la esperanza que poder trabajar en Mavila (Puerto Maldonado). Junto con Virginia empecé la medicina alternativa y tuvo mucha acogida. Las visitas a las comunidades aledañas con la meta de reorganizar las comunidades cristianas, los cursos de medicina alternativa y convencional que hacía mucha falta. La alegría que tengo que esos promotores de medicina alternativa siguen trabajando a pesar de nuestras ausencias.

Koribeni: Cuando llegué a Koribeni (Valle de la Convención-Cusco), empecé a integrarme al internado, grupos de mujeres, catequesis de la parroquia y visitar comunidades cristianas. En comunidad acordamos tener un consultorio donde brindamos salud alternativa: masajes, hierbas, comidas saludables. También trabajar con promotores de salud medicina alternativa, transformando hierbas en pomadas, jarabes etc., ejercicio, también salud espiritual.

Ester Rojas 2Me inspira el trabajo con agricultura ecológica especialmente con el comité de mujeres. Verles al inicio, con ganas de aprender, porque no saben muchas cosas. Son personas humildes, maltratadas, cohibidas. Después de años de enseñanza en nutrición, medicinas alternativas, cursos, la vida les ha cambiado, no son las mujeres que he visto al inicio, sino mujeres luchadoras y con ambición en la vida. Ahora quieren seguir adelante y formar una cooperativa de mujeres con productos sembrados y transformados por ellas.

Miren…, los milagros han estado presentes desde el inicio. Los trabajos que realizo, la verdad no lo puedo hacer sola, siempre es con la ayuda de Dios, ese Dios que se hizo carne siempre protegiéndome, dándome fuerza, animándome y hace que mi mano sea su mano para ayudar a los demás. Él siempre está a mi lado y lo siento, sin Él no puedo hacer nada.

Primero, la vida de oración, la alimentación espiritual y el estudio, es lo principal. Cuando llego, me siento acogida por la comunidad, con ellas puedo compartir mis trabajos, dificultades, sueños, problemas y alegrías de mi familia.

¡Arriésgate! la vida religiosa es preciosa, es apremiante. Cuando tú das la vida por el Reino sientes felicidad, alegría y realización. La vida religiosa es bella. Llena de sorpresas. Servir a los demás es un desafío. Escucha la voz de Jesús de Nazaret porque su invitación es permanente y su compañía nunca fallará.

Envíame a un lugar donde puedo ser útil para el mundo.