1º Encuentro Interparroquial Dominicana de Consejos Pastorales

El 1º Encuentro Interparroquial Dominicana de Consejos Pastorales, llevado a cabo el 27 de mayo en la Parroquia de la Santa Cruz (Crucecita), fue una jornada enriquecedora y llena de vitalidad que reunió a diversas parroquias en un ambiente de alegría y expectativa.

Desde tempranas horas de la mañana, los participantes fueron recibidos con una cálida bienvenida, donde se respiraba un ambiente de fraternidad y entusiasmo. La posibilidad de encontrarse y compartir la fe, se hizo sentir desde el comienzo, creando un clima propicio para la reflexión y el intercambio de experiencias.

La actividad se inició con oraciones que ayudaron a centrar los corazones y las mentes de los presentes en el propósito del encuentro. Luego, el Fr. Paco, encargado de la reflexión, abordó el tema "Parroquias dominicanas en clave sinodal", brindando una perspectiva profunda y desafiante. Sus palabras resonaron con fuerza y motivaron a los participantes a reflexionar sobre la importancia de la sinodalidad en la vida parroquial.

A lo largo del encuentro, se fomentó la socialización y el intercambio de experiencias de servicio en las parroquias. Cada participante tuvo la oportunidad de compartir sus vivencias y desafíos, lo que generó un enriquecimiento mutuo y un sentido de comunidad aún más fuerte. Las diferentes parroquias presentes, como la Parroquia San Felipe y Santiago, San Miguel del Bañado Tacumbú, Parroquia Virgen del Rosario de la ciudad de San Roque González de Santacruz y la Parroquia de la Santa Cruz de Asunción, como anfitrión del encuentro en el marco del Jubileo de los 50 años de la Parroquia, aportaron su perspectiva única y nutrieron el diálogo con sus experiencias propias.

Durante el encuentro se realizó diálogos en pequeños grupos y luego una plenaria general, donde se compartieron las reflexiones y vivencias de cada parroquia. Este espacio permitió profundizar en el tema central del encuentro y comprender mejor los desafíos y las oportunidades que enfrentan las parroquias dominicanas en la actualidad y la propuesta del Papa Francisco de ser Iglesia en salida en clave sinodal. La diversidad de perspectivas y la apertura al diálogo fortalecieron la visión y perspectiva de la misión en cada lugar específico (barrios periféricos, del campo y urbana) entre los participantes.

Como agradecimiento de ese día, se celebró la eucaristía, poniendo en las manos del Señor la vida de las personas que dan vida a las parroquias dominicanas en el Paraguay, a través de su tiempo, carisma y de aquellos que aportan económicamente, especialmente a Selvas Amazónicas y sus colaboradores, quienes fueron parte de este encuentro a través de su apoyo y ayuda constante que hizo posible concretar este proyecto. ¡Muchas Gracias!

Fr. Hernán Benítez Corbalán OP

ALGUNOS TESTIMONIOS

Elva – Parroquia Virgen del Rosario de San Roque González de Santacruz-Paraguari

El Encuentro realizado entre las tres parroquias fue muy interesante y fortalecedor, porque compartimos experiencias comunes con realidades diferentes. Todas las parroquias tienen claro que la sinodalidad es el mejor camino para la evangelización a través de las Comunidades Eclesiales de Base y nuestra participación en los Consejos Pastorales.

El encuentro de ese día fue muy acogedor, nos sentimos en familia. Todos los párrocos dan autonomía a los miembros del Consejo Pastoral, acompañando y guiando en el proceso, nunca toman decisiones sin previa consulta, siempre escuchando las opiniones y tomando en cuenta las sugerencias.

Los laicos y laicas y de las tres parroquias, coinciden que el clericalismo es lo contrario a la sinodalidad y debe ser desterrada. Por otra parte, se mencionó que las capacitaciones permanentes de los Agentes Pastorales, el fortalecimiento de la Pastoral Social y el Consejo Económico son las prioridades de nuestras parroquias, de esa manera encarnar el evangelio sirviendo a los más necesitados. Todos coincidimos que debemos realizar por lo menos anualmente este tipo de eventos.

Librada Acosta – Parroquia San Felipe y Santiago y San Miguel (Bañado Tacumbú- Asunción)

Realmente fue una experiencia maravillosa, porque nos hemos integrado bastante con los demás miembros de las otras Parroquias. Escuchar experiencias enriquecedoras y ver desde otras perspectivas "la iglesia"

En el cronograma de actividades estaban previstas la oración inicial (Celebración del Pentecostés) cantos, trabajos grupales donde debíamos responder algunas preguntas: como estaba conformada el consejo de cada parroquia, los desafíos, y los temas tratados en ello. Luego, se habló de las diferentes comunidades existentes en las Parroquias, y cuál era la Comunidad Ideal para cada grupo.

Todos llegamos a un acuerdo que el compromiso firme de una Parroquia Dominicana es la de Inclusiva y no la que excluye, que, además de ser una Iglesia en salida es también una Iglesia Sinodal y que como buenos cristianos debemos mirar más allá de nuestras necesidades.

El encuentro culminó con la Celebración Eucarística donde cada Parroquia presentó su ofrenda:

● Parroquia San Felipe y Santiago y San Miguel: presentamos el Diseño definitivo del Nuevo Barrio que contempla el Proyecto de la Franja Costera Inclusiva "Oñondive jaguata Yvy Marane'ÿ rekávo"

● Parroquia Virgen del Rosario: La Bandera de San Roque González de Santa Cruz, una ciudad rica en agricultura y espacios verdes

● Parroquia de la Santa Cruz: Jubileo de Oro "Creer, vivir, celebrar "
Para mí, este evento abrió puertas para futuras colaboraciones y promovió una mayor conciencia de la Iglesia Sinodal y la diversidad de las parroquias.

Elizabeth Angeloni - Parroquia de la Santa Cruz (Sajonia, Asunción)

Como integrante de una de las comunidades eclesiales de base perteneciente a la parroquia de la Santa Cruz, conocida como “La Crucecita”, participé activamente del Encuentro de Parroquias Dominicas del Paraguay con ubicaciones territoriales y realidades bien diferentes unas de otras.

La convivencia de ese día comenzó con el recibimiento y bienvenida a los integrantes de las parroquias Virgen del Rosario de la localidad de San Roque González de Santacruz, distante a unos 80 Km. de nuestra Capital, así como también a los de San Felipe y Santiago y San Miguel, parroquia ubicada en el Bañado Sur periferia de la ciudad de Asunción.

Primeramente, compartimos un desayuno y una charla amena a medida que iban llegando todos, luego pasamos al Salón Santo Domingo donde iniciamos la jornada con un canto alusivo, oración y reflexión por Pentecostés, a cargo del Fray Santiago y un grupo de jóvenes de las diferentes parroquias.

A continuación, nos presentamos y formamos grupos de trabajo inter parroquiales, donde se compartió experiencias y modos de trabajo de las diferentes comunidades; fue muy enriquecedor este compartir porque me di cuenta de que teníamos mucho en común en el caminar de nuestras comunidades, aunque ellos trabajan bastante la parte social en cuanto a las reivindicaciones de sus pobladores.

Luego de la socialización de los temas tratados compartimos un rico almuerzo y al término pasamos a escuchar la charla del Fray Paco Fassio sobre “la Sinodalidad”, el caminar juntos. Viendo las características de las parroquias sinodales Dominicas, que se diferencian en su territorialidad, ya que dos parroquias, a pesar de estar ubicadas en la capital, son bien diferentes en su realidad; y la tercera se desenvuelve en un ambiente rural donde se defiende a la vez el bien espiritual y social.

Me llamó mucho la atención como cada uno de los miembros se dedicaban a poner todo lo que estaba a su alcance para que la comunidad en la que se congregaban pudiera ser reflejo de servicio y confraternidad.

A medida que trascurría la charla nos sorprendíamos con las presentaciones de los diferentes tipos de comunidades, las cuales eran representadas con símbolos: como comunidad “Huevo en el cartón”, “Poroto”, “Masa”, “Agua y aceite” y “Vori Vori”. Ejemplos que nos interpelaban a que tipo de comunidad pertenecíamos, y creo que todos los presentes coincidíamos en que teníamos algo de los diferentes ejemplos de comunidades y que debíamos aspirar a llegar a ser una comunidad como la del “Vori Vori” ( comida tradicional del Paraguay cuya preparación requiere de muchos ingredientes que al juntarse nos brinda una explosión de sabores muy apreciados por propios y extraños) como ideal de comunidad con personas de diferentes pensares, ideas y formas de actuar para que conviviendo y compartiendo, seamos señal de identidad de nuestra fe cristiana.
En síntesis, para mí fue una experiencia maravillosa y enriquecedora que espero se repita, para ir creciendo en la vivencia del caminar de las comunidades eclesiales de base.