Crónica del segundo encuentro de voluntariado misionero
El voluntariado de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas se encontró el pasado 22 y 23 de enero y Ana Fernández nos comparte su crónica
Llega el día 20 de enero, acabo exámenes ¡por fin!, y recibo un mensaje de Elena: Ana, ¿tú te acuerdas de que tenemos que hacer una oración para el encuentro? Vaya, parece que no se me acaban las responsabilidades. Ese mismo viernes, Elena y yo siempre con mucho tiempo, quedamos y nos ponemos a ello. A mí me sirvió para ponerme otra vez a tono porque llevaba un par de semanas sin estar muy en contacto con la comunidad.
Llega el sábado 22. Otro fin de semana más en la “parro”. Yo llegué tarde, una tradición ya. Estaba bastante emocionada por volver a ver a la gente que conocimos en el primer encuentro, pero sobre todo estaba emocionada porque iba a vivir otro ritual más en la parroquia: la ordenación diaconal de Juan Manuel. Parecerá una tontería, pero me gusta mucho ir a ritos, es como hacer una especie de “colección”.
Antes de eso hicimos una dinámica donde, primero Belén nos habló sobre la mirada de Jesús y después una de las compañeras nos había preparado un juego de “rol”. En é asumíamos una personalidad (a mí me tocó un chaval de 19 años en una granja aislada) y a partir de ahí nos metimos en el papel con una serie de preguntas y nos pusimos al final de la sala. Se nos plantearon una serie de escenarios, donde, si podíamos acceder a esas oportunidades o era una situación posible en nuestra vida (tener una fe libre, internet en casa, poder invitar a los amigos a tu casa, etc.) tendríamos que avanzar un paso hacia delante; si este no era el caso, entonces nos quedábamos en nuestro sitio. Al final de la dinámica te dabas cuenta de que había gente muy por delante de ti, y tú y otras estabais al final del todo prácticamente. A mí me hizo pensar mucho como uno de los pre-novicios compartía que esa era la situación en la mayoría de los países empobrecidos: el jeque con dinero y bien posicionado socialmente estaba muy por delante de los demás, mientras que la gran mayoría estaban atrás del todo, donde no había un punto intermedio para muchos.
Siguiendo con la mañana del sábado, que nos dio bastante de sí, Belén nos entregó unos textos de las Encíclicas Fratelli Tutti y la Laudato Si’ y nos pusimos en grupos. La dinámica trataba de encontrar 4 frases, 3 ideas, 2 preguntas y 1 imagen.
Y sin terminar del todo, se hicieron las 11:45 y subimos a acompañar a Juan Manuel como su familia porque en esta comunidad nos gusta mucho este sentimiento familiar. Durante la ordenación, menudo viaje sentimental tuve yo durante esa hora y media. Como ya he mencionado arriba estaba particularmente emocionada por este rito y sinceramente no me decepcionó nada. Sin duda el momento más chocante para mí fue cuando se dicen todos los santos y Juan Manuel se tumbó en una alfombra (chulísima, por cierto) delante del altar. A mí se me pusieron los pelos de punta porque me pareció un momento muy solemne y, aunque no entiendo muy bien por qué se hace lo que se hace en este rito, me gustó mucho estar y vivirlo todo. Pero el mejor momento llegó cuando Juan Manuel, con el corazón en la mano seacordaba de su mami y de su abuela, que lo veían desde El Seibo, República Dominicana e intentaba que no se le escaparan las lágrimas. No os podéis imaginar lo muchísimo que lloré. Acabó la ceremonia y yo estaba muy muy contenta por lo contento que se le veía él y por mí, por poder haber vivido aquello. Pero aún me quedaba algo por contar. Conocí a Marcela, una monja misionera que se convirtió instantáneamente en una de mis personas favoritas. Me la presentó Elena, y yo pensé: quiero ser una misionera como ella. Aunque sé que es difícil, sigo con ese pensamiento.
Se nos hicieron las 14:00 y llegó el momento de la comida. Como en el anterior encuentro, un momento ideal para conocer a los demás y tener la oportunidad de sentirte más parte de la comunidad. Después de comer terminamos la dinámica de por la mañana. En mi grupo tocó “Fratelli tutti” e hicimos un trabajo estupendo, como el resto de los grupos, y además nuestra portavoz habló muy bien, con la ayuda gráfica de un estupendo dibujo. Además, como guinda del día, Fray Manuel JesúsRomero Blanco nos habló sobre la minería ilegal y otras muchas situaciones en Latinoamérica que muchas veces son desconocidas para los europeos.
El domingo 23 comenzamos con la oración que Elena y yo preparamos el viernes. Para seguir Fray Manuel Jesús nos habló de su experiencia en el Sínodo Amazónicoen Perú, y aunque solo llegó a la segunda página, a mí me gustó mucho su testimonio. Después subimos a la capilla de los frailes y él mismo presidió la celebración, que también me gustó porque de alguna forma no era como las misas de todos los domingos. Para terminar, hicimos la evaluación y un aperitivo donde me quedé con muchas de las historias y experiencias que Belén y otros de los misioneros que ya han salido de misión nos contaban a los “nuevos”.
De ese fin de semana me quedo con todas las experiencias que pude escuchar y con que cada vez tengo más claro que me quiero ir de misión.
Ana Fernández Carretero, voluntaria de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas
Puedes leer la Primera Crónica del Encuentro de Voluntariado Misionero en este enlace.
Fotografías de David Naval