Voluntariado Misionero: Vivencias de luz
Elena y Javier al regresar de su voluntariado en misión en Malabo nos comparten su experiencia y su testimonio cargado de entusiasmo y amor
Vivencias escuchadas desde hace años pero que realmente las sientes cuando estás en persona, "in situ". Miles de vivencias, muchas para explicarlas de manera breve aquí. Empezaron para nosotros el 6 de noviembre, la primera vez que íbamos de Misión, llegamos muy ilusionados pero también, por qué no decirlo, con "miedos", no sabíamos realmente qué íbamos a hacer. Eso sí, ambos estábamos abiertos a lo que nos surgiera, a lo que necesitaran de nosotros, dispuestos a TODO.
El primer contacto con la comunidad Dominica de la Parroquia de Sta. Maravillas de Jesús en Barrio Pérez, Malabo (Guinea Ecuatorial) fue asistiendo a misa, una misa VIVA, activa, participativa y amenizada con dos de los seis coros que tiene la parroquia.
Desde el comienzo nos acogieron con esa sonrisa y LUZ que tienen sus ojos. Esto nos daba tranquilidad. Sentimos la VIDA que tiene esta parroquia. Es un continuo vaivén de feligreses: los que van a tramitar papeles para actos religiosos (bautizos, comuniones, bodas...), los coros que mientras
ensayan nos amenizan la tarde como si fueran una radio, los grupos de catequesis, las reuniones de matrimonios religiosos, los que van a recibir cursos de formación, las tardes de los jueves con la Adoración Nocturna, los chiquillos del colegio de al lado al entrar y salir de clase, vecinos a coger agua de los grifos que la parroquia pone a disposición de todos, monaguillos lavándose sus sotanas, el cariño que le tienen (y hemos cogido) a un pequeñuelo con grandes y vivos ojos que se mueve con total libertad por allÍ (Domingo), el grupo de mujeres rezando el rosario... lo dicho… hay VIDA desde las 6'00h de la mañana.
Nos hemos sentido como en nuestra casa, con agradables sobremesas, nos han dejado participar en su rutina diaria, nos han explicado situación del país (hemos estado en época de elecciones), nos hemos amoldado a su ritmo… "ritmo guineano", nos hemos empapado de sus costumbres, las
hemos disfrutado, hemos compartido ilusiones, deseos, experiencias, inseguridades, alegrías, risas, bailes, …que nos han transmitido a través de los cursos impartidos, con las "Mujeres-Ángeles" de Cáritas, con el grupo de Adoración Nocturna de Sta Catalina de Siena, con Las Martas, con el Consejo Parroquial.
Hemos aprendido de su hospitalidad, de su fuerza, de su buen corazón, de su continuo y normal AGRADECIMIENTO a Dios por seguir cumpliendo años, de su disponibilidad a veces imposible, de la VIDA que tienen sus ojos y conocido a personas que estarán siempre en nuestra mente y, sobre todo, en nuestro corazón. Gracias a las tecnologías actuales es posible mantener hoy este vínculo forjado.
País nuevo para nosotros, pero del que nos hemos quedado prendados por sus paisajes, su vegetación, su verdor... pero, sobre todo, por sus gentes… SUPER ACOGEDORAS y VIVAS.
Hemos disfrutado de esas carreras locas de los niños para acercarse y darnos abrazos sinceros y tiernos, de sus sonrisas.
Hemos compartido vida en Misión con estos grandes e incansables dominicos. Viven contrarreloj, realizan una gran labor que empezaron hace 13 años.
Gracias, gracias y gracias…a todos y todas con los que hemos compartido este mes de este camino llamado VIDA porque han sido continúas y bonitas vivencias, VIVENCIAS DE LUZ. ¡¡¡GRACIAS!!!
Elena y Javier, voluntarios de Misioneros Dominicos-Selvas Amazónicas en Malabo, Guinea Ecuatorial.
PD.: Nuestro consejo: No tengáis miedo a experiencias nuevas, a salir de vuestra zona de confort. ESCUCHAR, COMPARTIR VIDA y DISFRUTAR. "Nadie puede hacerlo todo pero todos podemos hacer algo”
