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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

Comunidad: Quien tenga oídos para oír que oiga

Las luchas de las comunidades de El Seybo, su alegría de compartir y la fuerza que parecen no perder nunca. Nos lo cuenta Belén, que en estos meses les acompaña con su voluntariado misionero.

El otro día fuimos a los rezos de la madre de Jesús Cabrera, el campesino encarcelado por equivocación (era otro el que estaba en busca y captura, y le metieron a él) y que no pudo despedirse de su madre. No os podéis ni imaginar el dolor de esta gente, habían ido el día de visita las hermanas a la cárcel, y lo encontraron muy triste, es tan injusto, su madre sufría de la tensión y con lo del hijo empeoró. Se ha escrito una carta al fiscal y a la jueza y se están recogiendo firmas, ayer un campesino muy gracioso nos decía, yo no quiero que estén preeeesos, hombre. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que les saquen de ahí; no podemos quedarnos de brazos cruzados, el pueblo grita de dolor, ante la opresión de los terratenientes, que les han dejado sin casas, sin cultivos y en algunos casos hasta privados de libertad. Nos decía la hermana de Jesús, que alguien había ido a decirles que si la Asociación de Campesinos Mamá Tingó donde estaba él, deja de reunirse, es posible que le dejen libre, quieren separarles...Juntos son mucho más fuertes y sobre todo con esa hambre y sed de justicia. A la vuelta nos llevamos a una señora de la Asociación, nos dijo que sólo tenía el dinero para venir a los rezos, y que al volver Dios proveería. Así es esta gente y así sienten la comunidad, se desviven por los demás. Nada ni nadie les podrá separar.

Fuimos a Villaguerrero, estuvimos un rato sentados charlando con unas señoras, cuando nos íbamos nos dijo una ¿se van tan rápido? No hombre escuchen nuestros problemas y ayudennos. La mujer nos contó que era de de la Asociación de los campesinos sin tierra, que sufrió los desalojos de Central Romana, nos dijo que cobraba 4000 pesos dominicanos y pagaba 2000 pesos de alquiler, más los gastos, no tenía ni para una libra de arroz. Es una mujer mayor, y una gran luchadora. Le pueden tumbar su casa, pero jamás su espíritu. El que tenga oído para oír, que oiga. El poder del dinero sigue oprimiendo a gente buena y sencilla.

El miércoles había reunión en las Cuchillas, se puso a llover, y la gente decía que no fuésemos que iba a crecer el río, mientras nos decidíamos hicimos algún recado, hablamos con el presidente de la junta de vecinos y nos dijo que nos esperaba, cuando llegamos, una hora tarde, nos esperaban con el “frío” que hacía y una sonrisa dándonos las gracias por ir. Les llevamos la carta para que la firmaran en apoyo de los campesinos encarcelados injustamente y nos entregaron unos datos de las personas que están sin luz, porque fueron los trabajadores y no supieron decirles donde estaba la avería, así que ahora hay que volver a solicitarlo. Llovía bastante, y nos decían vayánse de una vez, que va a subir el río y se van a quedar trancados. Y de repente empezaron a ofrecernos sus casas, nos sobraban hasta dormitorios y eso que éramos cuatro. ¡Gracias por enseñarnos tanto!

 

El otro día tuvimos un taller con los padres e hijos de los adolescente becados. Les pusimos un video, que acababa con una frase "El futuro de un niño vale cualquier sacrificio" y una de las chicas becadas cogió el micrófono y dijo, que ella durante mucho tiempo había exigido a su madre cosas que sabía que ella no podía comprar, y que después ha aprendido a valorar...la madre nos decía que a veces sólo tenía para una comida al dia, asi que se la daba más tarde para que aguantara el hambre de todo el día. La chica nos dijo que su madre a veces se quedaba sin comer para que su hermana y ella comieran y salía a vender cosas que cocinaba para tener algo de dinero. La vida no es fácil para estos jóvenes, pero están dispuestos a esforzarse para tener un futuro mejor y han aprendido a valorar las pequeñas cosas de cada día.

Ayer fuimos al supermercado de aquí, a comprar el material escolar de los becados, al salir había unos niños, sentados en una lata de pintura, limpiando los zapatos a un señor...sí hay mucha explotación infantil, casi permitida. Hay tantos motivos por los que luchar aquí...y Dios nos acompaña.

Ojalá algún día hagamos vida Hechos 4, 32-36: "La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos. Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía. No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta, y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad."

Por contaros algo gracioso; los piropos de aquí, “estaría todo el día mirando esa sonrisa que usted tiene” “¿cuándo llegó? le contesté el 6 de julio, y me salta y¿todo ese tiempo me he perdido este manjar?”, “me pongo tan nervioso al verte, que no me salen ni las palabras” jeje en fin, yo seguiré poniendo cara de circunstancia, mientras que los que me rodean sigan viéndolo “normal” jeje

Un beso

 

Belén Sánchez?
Voluntaria Misionera en el Seybo