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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

Aprendiendo...

Belén, nos envía nuevos aprendizajes en tierras dominicanas...

 

Muy buenas!

Esta semana he ido al aeropuerto dos veces; lo que más me gusta es ver cómo acogen y despiden a la gente, lo importante que es, para el dominicano que la gente se sienta querida, acompañada. El coche va lleno para despedir al misionero que se va de vacaciones y a recibir al voluntario que viene (hubo un momento que queríamos ir cinco, y yo pensaba, no va a caber, mejor dicho, en España no cabría, porque aquí, siempre hay sitio para uno más: en la mesa, en la casa, en el coche; es mejor quedarte con menos para que el otro tenga, es una alegría el poder compartir). Y ya está aquí Carlos, mi compañero de misión ??

He estado tres días “sola” en casa y cuando se enteraban, muchos me preguntaban ¿¿¿y no te da miedo??? Yo pensaba, durante el día comparto con la gente y para dormir no necesito a nadie, así que ¿miedo?....El primer día una de la radio me decía, ¡ay! Yo no puedo estar sola, y me contaba que ella siempre había dormido en la misma cama con sus dos hermanas, porque tenían pocos recursos y sólo había una cama, y de ahí se casó, y ya tuvo hijos, así que no podría estar sola. Es difícil que en esta cultura entiendan la soledad, casi siempre están con gente. Aunque justo al día siguiente, estuve en las fiestas patronales de la Virgen del Carmen, y había una señora, que vino muy cariñosa a saludarme, y yo no caía quien era, le pregunté de qué campo era, y me dijo que de Caciquillos (seguía sin caer...), la pregunte con quien vivía, y me dijo “con Dios”, esa era la respuesta que estaba buscando para los que me decían si estaba sola, una soledad, llena de Dios, (es más, salgo de mi cuarto, y lo primero que veo es la luz del Santísimo, vivo con Dios).

Las fiestas patronales, son una alegría, a ritmo de maracas, güira y tambora, se reúnen de todos los campos para celebrar y compartir. Allí me encontré con Manuel de Jesús, el catequista de Magarin (un campo), es la bondad personificada y tan servicial (hacía calor, le dije¡ uf que calor!, desapareció y al rato viene con dos jugos uno para cada uno, pero es que me lo acabo y me dice, quieres otro, están tan pendientes de que no te falte de nada…). Me preguntó por Anselmo y me contaba lo agradecido que estaba por la formación que había recibido de los dominicos y lo que les habían acompañado en sus luchas, pero también de cómo Miguel Ángel, con el huracán María lo bien que se habían portado llevándoles agua y víveres, casi se emociona, da gusto escuchar a esta gente. Me invitó a que fuera algún día a la celebración de la palabra, es un lujo compartir con ellos, tienen tanto que enseñarnos…

Como anécdota graciosa, en cuanto a ser agradecidos, han comprado unas sillas nuevas para la radio, estaban muy viejas las anteriores y han comprado unas muy chulas de ruedas, giratorias…Hay un programa en la radio de niños, a las 17h y el otro día salía a las 16:15 y veo a dos chicos del programa, pasé a saludarles, y les dije que habían venido muy pronto que si tenían que buscar información para el programa…Y me dicen no, vinimos a gozar de las sillas, que luego vienen las chicas y nos las quitan, así que hemos decidido venirnos una hora antes…y yo pues nada disfruten…son geniales; luego no las cuidan demasiado pero si les gusta y valoran si.

Yo sigo aquí con el tema de los Derechos Humanos, hoy di un taller sobre los Derechos Humanos a los papás de los becados y después de comentarlos les pedí que me dijeran, cual creían que más se respetaba y cual era el que menos y porqué y me decían que ninguno, que tienen miedo, por ellos y por sus familias…es tan triste…el otro día fui con uno de la finca al médico, y me decía es que Central Romana es una empresa muy poderosa, y Miguel Ángel no le tiene miedo, y yo claro; si todo el mundo le tiene miedo, nadie les defiende…me dijo algo así como, es que Miguel Ángel para ser español, de verdad ama a este pueblo, se pone del lado de los más débiles…me gusto esta definición de misionero, Dios ama a su pueblo y le acompaña, en sus luchas y alegrías a través de tantas personas que entregan alma, cuerpo y corazón a su Reino… el amor cristiano, no tiene fronteras, va más allá del formalismo, es arriesgado y busca el bien común sin parar, con esperanza y confianza. Ojalá todos los cristianos amáramos a todos los pueblos, y dentro de ellos a los preferidos de Jesús…El mundo sería mejor.

Un abrazo grande,
Belén