Un ¡Sí! alegre, que habla de Amor
Profesión religiosa de Mónica Marco en la Congregación Santo Domingo
Las experiencias de voluntariado misionero te hacen replantearte muchas cosas. Mónica, después de una gran trayectoria en el Movimiento Juvenil Dominicano, viviendo su vida de fe en la parroquia del Santísimo Cristo del Olivar, y su experiencia de misión en Camerún, inició una búsqueda y su respuesta la encontró en Amar a Dios y a los hermanos en la Congregación Santo Domingo.
Es difícil transmitir la emoción y alegría del pasado sábado, de su familia, de las hermanas de su Congregación y de toda la Familia Dominicana o de sus amigos cuando Mónica realizó su profesión simple.
La celebración preparada con mucho cariño y cuidado. Con unas lecturas muy bien elegidas: del profeta Jeremías “antes de haber formado en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado”, de la carta del apóstol San Juan, “Dios es Amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él” acabando en el evangelio de Mateo, “el Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vender todo lo que tiene y compra el campo aquel” todas hablaban de su vocación.
Las peticiones hechas para la ocasión y en las ofrendas no faltó ni un detalle, desde su comunidad que la ha acompañado todos estos años, a los dibujos de sus niños de Granada, con los que ha tenido la suerte de compartir estos últimos años.
La celebración muy simbólica, la profesión, la entrega de las constituciones y de la cruz, la firma… Pero sin duda, el momento más emocionante fue la acogida final de la Congregación, en el que Mónica después de abrazar a los frailes y su familia, pasó a recibir el abrazo de sus Hermanas, no sé quién lo vivió con más alegría si Mónica, las Hermanas o todos los que tuvimos la suerte de ser testigos de este momento.
Muchas felicidades Mónica, gracias por tu ¡sí!, que el Amor de Dios te siga dando la fuerza y valentía para ser testigo del Evangelio. Que seas muy feliz en tu vocación y cuides ese tesoro que has encontrado. Que como decía Fr. Félix, en los momentos difíciles hagas memoria de ese paso de Dios por tu Vida y sepas que no estás sola. Dios te acompaña y tu familia y amigos también. Como dice la Madre Teresa Titos Garzón, fundadora de su Congregación: “Nadie confió en el Señor y fue defraudado”.
Mª Belén Sánchez Gil