Tu misión
En este espacio se mostrarán distintas tareas que podemos realizar en nuestro día a día para vivir nuestra vida como misión. Porque se trata de eso, mucho más que de hacer cosas por otros: ser misionero en tu día a día.
Entender la vida como misión y vivirla es una actitud de vida. Así la vivió Jesús, la vida entera entregada al anuncio de la Buena Noticia. ¡Todos tenemos una misión que desempeñar!
En este espacio se mostrarán distintas tareas que podemos realizar en nuestro día a día para vivir nuestra vida como misión. Porque se trata de eso, mucho más que de “hacer cosas por otros”. Entender la vida como misión y vivirla es una actitud de vida. Así la vivió Jesús, la vida entera entregada al anuncio de la Buena Noticia.
Es importante lo que hacemos, pero más aún “lo que nos mueve en eso que hacemos”. La necesidad de sentirnos bien en lo que hacemos, la necesidad de ganar, el deseo de ser felices, son humanos, legítimos y sanos. No podemos rechazarlos de raíz; cuanto más lo hagamos, más pretenderán imponerse como motivaciones últimas. Lo importante será cultivar también motivaciones de valor y no perder de vista que la motivación principal no puede fundamentarse en estas cosas, sino en la llamada de Jesús a trabajar por un un mundo más justo y mejor para todos.
¡Muévete y cambiaremos el mundo!