"Ha sido el brazo sobresaliente de una obra de Dios en favor de los pueblos originarios"
El misionero dominico Fr. Ignacio Iraizoz recuerda a Fr. Francisco Arias González tras su partida a la casa del Padre
El Señor le ha favorecido con una larga vida. Ha fallecido en España a los 97 años el padre Francisco Arias, quien vivió la solidaridad en estado puro.
Vivió con entusiasmo la ayuda a las misiones, inicialmente en la Amazonía peruana, extendiéndose después a Centroamérica.
Ha sido el brazo sobresaliente de una obra de Dios en favor de los pueblos originarios, nativos, salvajes, se les llamaba en algún momento, no con desprecio sino por ser los habitantes de la selva, explotados muchas veces, pero privilegiados de la casa común, que denomina el Papa Francisco, para cuidarla y protegerla.
Con su entusiasmo no solamente ayudó de forma material a estos pueblos, que tanto lo necesitan, sino que incorporó en esta gran familia misionera a tantas gentes que se sintieron eslabón de la gran obra. Ayudando objetivamente a quienes más lo necesitan: palabras, estas, tan utilizadas hoy por ciertas organizaciones y políticos que sumen en el agujero negro de la inoperancia y el engaño, pero en el seno de la Iglesia son expresión de la misericordia de Dios.
La forma transparente de comunicar los logros que se alcanzaban con las ayudas recibidas, de forma directa, sin intermediarios, resaltando la eficacia de los misioneros de primera fila, austeros y sacrificados a quienes el padre Francisco Arias acompañaba y animaba siempre que podía.
Desde el río Urubamba y de todas las misiones lloramos su ausencia y suplicamos su intercesión.
Fr. Ignacio Iraizoz, OP, desde la Misión de Sepahua, Perú.