La Provincia de Hispania de los Dominicos envía una carta de apoyo a los peregrinos de El Seibo en República Dominicana
La carta, firmada por Fr. Javier Aguilera, Promotor de Justicia y Paz y Cuidado de la Creación de la Provincia, está escrita desde la fraternidad y el amor a la dignidad de los más vulnerables
Esta carta la escribimos a todos los frailes de la Provincia porque no podemos ni debemos desconocer lo que ocurre en nuestros vicariatos, a nuestros hermanos y a las personas entre quienes viven. Sus problemas, sus trabajos, sus esfuerzos, sus ilusiones, sus alegrías, sus... también son los nuestros. La escribimos porque estemos o no estemos en un lugar determinado, no significa que no nos tengamos que doler con el dolor de los demás, ningún dolor humano nos puede ser ajeno. Y la escribimos porque ante tanta distancia “física” es la manera de hacernos cercanos y que sientan nuestro apoyo y nuestra solidaridad.
Hoy vemos como los campesinos vuelven a marchar desde El Seibo hasta el Palacio Nacional, en Santo Domingo, pidiendo y reclamando que les sean devueltas las tierras que un día les arrebataron.
El 6 de septiembre de 2018 más de 300 campesinos fueron desalojados de sus casas y de sus tierras en San Francisco Vicentillo, comunidad de la Culebra de El Seibo, en República Dominicana. Eran casas muy humildes, como nos dice nuestro hermano Fr. Miguel Ángel Gullón, pero “casas con techo y suelo de tierra que les permitía a sus moradores descansar del trabajo de cada día”. Ser desalojado de sus tierras no es solo perder un terreno que es suyo, sino que puede conllevar y conlleva la pérdida de seguridad y de futuro. Sí, pierden seguridad porque pierden su casa, su techo, su hogar; pierden el lugar conocido que les hace sentirse resguardados y protegidos. Y pierden o pueden perder su futuro porque les son arrebatadas las tierras que son su pan y su sustento.
Y no se contentaron con quitarles la tierras, sino que “además, en los días siguientes, los campesinos sufrieron muchas torturas y apresamientos, persecuciones, heridas por armas de fuego...” No solo se vieron sin nada, sino que también vieron peligrar sus vidas.
Siempre recordamos el grito de denuncia que nuestros hermanos de la Española, Pedro de Córdoba, Antonio de Montesinos y el resto de la comunidad, gritaron en su tiempo por la injusticias que estaban sufriendo los nativos a manos de los encomenderos. Hoy, la injusticia, la sufren esos campesinos a los que les han quitado las tierras y hoy, el grito de denuncia, el grito por la dignidad, es esta marcha que están realizando, como la que realizaron ya hace tiempo. Hoy tenemos que retomar el grito de nuestros hermanos y decir que les sean devueltas sus tierras. Hoy, desde aquí, les tenemos que hacer sentir que no están solos y que estamos con ellos.
Nos sumamos a su marcha porque no queremos que se olvide su lucha ni que sus peticiones queden sepultadas bajo un manto de silencio. Nos sumamos porque hay que recordar al gobierno que las tierras son suyas y que fueron desalojados de ellas ilegalmente. Nos sumamos porque lo que quieren estos campesinos es recuperar su tierra y su hogar, es volver a la tierra que les vio nacer y en la que quieren vivir y morir. Nos sumamos porque queremos que se las devuelvan.
Para más información ya tenemos una noticia en dominicos sobre este tema.
Que el Seibo y su gente estén en nuestra mente y en nuestro corazón, en nuestras oraciones y en nuestra solidaridad.
22 de noviembre de 2022
Fr. Javier Aguilera O.P. Promotor Provincial de Justicia, Paz y Cuidado de la Creación