Asistimos al pase del documental “The illusion of abundance” sobre regulación en debida diligencia en derechos humanos y ambientales
El evento contó con el testimonio de defensoras del territorio de Brasil y Guatemala que piden justicia para las víctimas
The illusion of abundance es un documental sobre la necesaria regulación en materia de debida diligencia en derechos humanos y ambientales que presenta a Berta Cáceres, Carolina de Mouro y Máxima Acuña, tres mujeres defensoras de derechos humanos de América Latina, en primera línea, defendiendo a sus comunidades del extractivismo de las corporaciones multinacionales.
Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas asistimos desde Enlázate por la justicia al encuentro organizado por la Plataforma de Empresas Responsables. En el que pudimos ver el documental y recogimos el testimonio de dos mujeres que queremos compartir con vosotros.
Una mujer de Guatemala, que no puede desvelar su nombre por seguridad, expone que en su país hay 300 licencias mineras de empresas extractivas, y empresas monocultivo (caña de azúcar, banano, palma). En un contexto de gran explotación laboral, en el que se violentan los derechos de las mujeres y no hay sindicatos, ni se cuida el medioambiente. Se produce contaminación por fumigaciones aéreas sobre los cultivos de las comunidades, sobre ríos y pozos que producen enfermedades. Cuenta que ya no hay peces en los ríos y que hay mucha migración de los jóvenes buscando una mejor vida, sin importar los riesgos del camino. Han despojado de las tierras a los habitantes, ya no pueden cultivar sus granos básicos y se les despoja también del derecho a la alimentación, por lo que hay desnutrición. Hay encarcelamientos injustos, intentan criminalizarlessin pruebas, no reciben pensiones los trabajadores.
Carolina es una defensora del medioambiente brasileña. En su testimonio nos relata que el trabajo extractivo de la minería viola la Madre Tierra y deja una herida difícil de curar. Nos muestra los rostros de 272 personas fallecidas en Brumadinho, personas amadas por su familia y con una vida por delante. Cuenta que la empresa devolvió a sus familiares en pedazos por una presa que no cumplía las condiciones de seguridad y produjo el colapso de la estructura de la mina: “Es imposible confiar en la buena fe de las empresas. Necesitamos poner límites a las empresas, con leyes en los países, con acuerdos vinculantes de derechos humanos”. Cuando hay un desequilibrio de poder, se producen prácticas abusivaspor ello es fundamental la participación, son fundamentales los defensores y defensoras de derechos humanos, los trabajadores. Es imprescindible que se escuche a todos, no solo a las empresas y legislar para que no suceda. Las aguas subterráneas, que son la fuente de vida, el principio de todo, no se cuidan y hay muchas extracciones de hierro, que contamina los acuíferos. No hay minería verde.
Es urgente mirar a América Latina pero no como proveedor de productos, sino como un agente para crear un equilibrio ambiental. A Carolina le acompaña un abogado de derechos humanos que en Brumadinho apoya a personas y comunidades que sufren el impacto de las empresas extractivas mineras y trabaja con los familiares de las víctimas mortales. Hay 4 personas desaparecidas, muchos problemas de salud tanto depresión como presencia de metales en sangre. Necesitan una garantía de no repetición. Quieren justicia con los responsables de la tragedia, y que la muerte de estas 272 personas no haya sido en balde. La ley de diligencia debida de las empresas es importante porque la lógica no es la misma para todos y es fundamental que las leyes alcancen a toda la cadena.
Puedes encontrar más información en este enlace de Enlázate por la Justicia