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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

Adviento: Camino de Esperanza y Misión

Un tiempo para prepararnos y abrir el corazón a la misión

Corona de Adviento 2025

Comienza un tiempo especial, un tiempo que nos prepara para recibir algo grande: una presencia que transforma, que llena de bien, que trae alegría y renueva.

Es un tiempo de espera activa, que invita a crecer, a reflexionar y dejar que el Espíritu guíe nuestro corazón, lleno de bondad, generosidad y disposición.

Es un tiempo para encender la luz, esa luz que ilumina incluso los rincones más oscuros, que se expande en el encuentro, en el compartir y en el amor ofrecido.

Un tiempo que poco a poco despierta esperanza, fortalece la fe y nos prepara para lo que está por venir. Este es el espíritu que nos prepara el Adviento.

Primera vela: Esperanza

Encender esta vela es atrevernos a llevar esperanza allí donde parecen faltar fuerzas: en los momentos difíciles, en las realidades que duelen, en la vida de quienes necesitan un motivo para continuar.

Que nuestro corazón se disponga a vivir desde la confianza, cultivando la oración y siendo signos de esperanza para los demás.

Segunda vela: Paz

Encender la paz es pedir luz para las injusticias, para los pueblos castigados y para los corazones heridos.

Que su luz nos llame a actuar con compasión y a trabajar por la reconciliación, siendo instrumentos de paz en lo cotidiano.

Tercera vela: Alegría

Esta luz despierta la alegría que nace al sabernos amados por Dios. Es acercarnos al otro con ternura, con cercanía, siendo portadores de ánimo y esperanza.

Que nuestra predicación y nuestros gestos sencillos transmitan la alegría del Evangelio y hagan visible la presencia de Dios en medio del mundo.

Cuarta vela: Amor

Encender esta vela es abrirnos al amor de Dios que vive en medio de nosotros.

Que su luz nos impulse a vivir nuestra misión con mayor entrega, ternura y cuidado hacia los demás, llevando Su amor a cada encuentro.

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Desde Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas os invitamos a que este Adviento nos inspire a salir al encuentro del mundo con corazones abiertos, llevando la esperanza, la paz, la alegría y el amor que Dios nos regala.

Que cada gesto de servicio, cada oración y cada acción misionera refleje su luz, haciendo visible el Reino de Dios entre los que más nos necesitan.