Memoria agradecida al Padre Santiago Echeverría Echarri (1937-2023)
El misionero dominico Rufino Lobo recuerda a Fr. Santiago Echeverría tras su partida a la casa del Padre
Ayer miércoles a las 7 de la noche el P. Roberto me comunicaba que el P. Santiago había sido hospitalizado grave en Pamplona. Hoy jueves 9 de febrero a las 6.30 de la mañana me confirmó su fallecimiento. Que descanse en paz y viva con Dios fue y es nuestro deseo y oración en el rezo del oficio y la misa por él celebrada hoy día. Esta mañana al abrir el correo me encuentro la petición de que ponga por escrito lo que mi memoria recuerda y los datos de su vida que conozca. Eso intento.
Fr. Santiago Echeverría Echarri nació el día 29 de julio de 1937 en Larrión (Navarra). Entre septiembre de 1948 y junio de 1953 Santiago estudió, posiblemente en Villava-Bergara, los cinco años de bachillerato para poder ingresar al noviciado como dominico en el convento de Palencia el 30 de agosto de 1953, donde hizo su primera profesión al terminar el año de noviciado el 31 de agosto de 1954. Tras el año de noviciado y primera profesión se realizaban tres años de estudios de filosofía en el Convento de La Virgen de las Caldas de Besaya en Santander y cinco años de Teología en el Convento de San Esteban de Salamanca. Fr. Santiago profesó solemne estando ya en Salamanca en torno a julio o agosto de 1958. El 26 de marzo de 1961 fue ordenado sacerdote en Salamanca y en junio de 1962 terminaba el quinto año de Teología y sus años de estudio como licenciado en Teología.
Su primer destino fueron las Misiones del Perú en la Vicaría Provincial de Santa Rosa de Lima y el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, donde arribó a fines de ese mismo año 1962 con José Ramón y Alfredo Encinas, sus connovicios, y algunos misioneros más.
Mi primer recuerdo es de 1970 en el mes de julio en Salamanca, donde me encontraba, ya ordenado de sacerdote y terminado los estudios,esperando viajar al pueblo a celebrar mi primera misa el primer domingo de agosto y recibir mi primer destino. Estaba ayudando a revisar balances del curso al procurador del convento cuando entró un joven pelirrojo (zorrito le llamaban en Quillabamba) que acababa de llegar. Era el nuevo maestro de estudiantes de Teología al que los estudiantes habíamos bautizado como “padre canoas”. No había sido tan desacertada la elección de Santiago como maestro de estudiantes. Al menos para las misiones del Perú supuso que durante varios años siguiesen llegando misioneros al Vicariato.
En lo que recuerdo haber oído o he sido testigo, su primer destino en el Perú fue la Misión de Santo Domingo de Chirumbia teniendo como maestros al P. José Rodríguez y a Fr. Luis Rodríguez. También le oí contar como una de sus tareas en Lima como Procurador de las Misiones. Con diversas tareas o destinos, y sus primeros años en Quillabamba y cooperación en la fundación de Quillacoop con el P. Alfredo, se dieron entre diciembre de 1962 y julio de 1970 que lo vi por primera vez en Salamanca.
Entre julio de 1970-1975 fue maestro de estudiantes de Teología en Salamanca. Al terminar su oficio de maestro regresó al Perú y estaba en Quillabamba en enero de 1978 cuando fue elegido Prior del Convento de San Jacinto de Puerto Maldonado. Como había hecho con su oficio de maestro de estudiantes al terminar de Prior en Maldonado en enero de 1982, regresó al convento de Quillabamba, de donde había salido. Su tarea más específica fue la atención y acompañamiento de los grupos parroquiales de Cursillistas de Cristiandad y Grupo Carismático Católico de la Parroquia. Capellanía del Hospital y visita anual al Distrito de Vilcabamba e Incahuasi. Apoyaba también el Programa de Catequesis escolar en las mañanas y en las tardes las visitas a las Comunidades Cristianas Campesinas. No eran tiempos tranquilos y fáciles los de Sendero Luminoso y la guerra interna.
Estando en Quillabamba fue elegido Prior del Vicariato Regional de Santa Rosa de Lima de los misioneros dominicos de la Provincia de España. Siguió residiendo en Quillabamba los dos primeros años de Prior Regional, quizás porque la situación de los frailes y la Parroquia después de los cuatro atentados contra Radio Quillabamba (1985-1987), sus compromisos como capellán del hospital y consejero de los grupos apostólicos lo recomendaban. Pero eso no le impidió la visita y atención al resto de las misiones del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, el Santuario y Convento de Santa Rosa y la parroquia de San Juan Macías en Lima y la parroquia de San Pedro y casa de Lambayeque.
Me llamó la atención el giro de sus destinos al terminar el oficio de Prior Regional y los lugares elegidos para tu trabajo misionero. Como si quisiera dedicar los últimos años de su vida a los puestos de misión y a las comunidades nativas.
El primero que eligió fue la Misión de San Miguel Arcángel de Shintuya en el alto Madre de Dios. Misión entre el último pueblo contactado por el P. José Álvarez entre huachipaeris, amarakaeris, arazairis, mashcos o nación harakmbut. Por el río Manu se encontró también con varias comunidades matsigenkas. No era ni es fácil la atención pastoral y misionera de este extenso territorio y a la población cada vez más variada en culturas y lenguas desde Salvación por la carretera de penetración Cusco – Paucartambo – Shintuya y por el río Madre de Dios y río Manu hasta el río Colorado. Además de visitar los distintos poblados y escuelas por lo menos una vez al año su meta y objetivo era organizar lo existente con proyección a su permanencia en el futuro.
En lo que conozco y recuerdo de su paso por Shintuya quedó la ampliación de estructuras del colegio e internado para acoger a profesores, misioneros y alumnos no solo de primaria sino de la secundaria que él inició. La promoción de becas de estudios superiores en Cusco, Maldonado y hasta Lima era el paso siguiente.
Cuando pasó por Maldonado al retirarse de la misión de Shintuya, años después, me encontré al misionero satisfecho de lo realizado pero consciente de que las dificultades seguían siendo grandes y sus energías y fuerzas disminuían con el paso de los años.
Quizás esto es lo que podía explicar que cada vez que cambiaba de destino volvía algunos años por Quillabamba, como si fuese la casa madre familiar donde reponer fuerzas y el convento donde alimentar su espíritu misionero. Así lo hizo al terminar su servicio de Prior Regional antes de hacerse cargo de la Misión de Shintuya y lo hará después al salir de Shintuya e ir a Timpía y, en el último tramo de su misión en el Perú, de Timpía a Kirigueti.
Ante los problemas y dificultades tomaba decisiones rápidas, certeras y en ocasiones arriesgadas, cuando creía que podía darles solución. Pero cuando veía que superaban sus propias fuerzas, prefería buscar otros aires.
Frutos de esos pasos por Quillabamba y sus rápidas decisiones fueron los cambios de locales de los estudios de Radio Quillabamba. Entre 2011 y 2014 como director de Radio Quillabamba la cesión – venta de los terrenos de CEMCOS en la ex granja Misiones, donde se acordó que se edificase el nuevo hospital de Quillabamba, aún inconcluso, y los edificios del antiguo hospital se remodelasen para residencia de ancianos, aún en espera y esperanza.
En 2001 reside en la Misión de Timpía. Los primeros años no solo atendió y mejoró las estructuras de la Misión de Timpía, sino visitó las familias y poblados de Saringabeni, Ticumpinía, Shihuaniro, río Urubamba y sobre todo Alto Timpía y mantuvo contacto con los que posteriormente fueron incluidos en reservas nacionales para pueblos no contactados o en contacto reciente. Estas visitas y la variedad de la situación de las familias indígenas en la nueva realidad del Bajo Urubamba, le hizo tomar como opción primera y principal el “acompañar a la Comunidad matsigenka de Timpía”.
Según me explicó en alguna ocasión a su paso por Koribeniy Quillabamba, acompañar y ayudar a la Comunidad y ser acompañado y ayudado por ella significa participar en sus asambleas, asesorar a los directivos y con ellos y los miembros de la Comunidad llevar buenas y productivas relaciones con las empresas explotadoras y comercializadoras de los yacimientos de gas de Kashiriari y Camisea, Comunidades Nativas vecinas, que antes formaron parte de los territorios de la misión. Su presencia y asesoría en la misión permitió que las relaciones con la empresa a veces difíciles y tensas por las condiciones del canon, contaminación de ríos y quebradas, ley de consulta previa… permitió que las buenas relaciones se fuesen convirtiendo en proyectos de desarrollo y mejoría de la misión. La misión convertida en un gran poblado que conserva sus estructuras y organización comunitaria y religiosa.
En 2011 estaba de nuevo asignado a Quillabamba, donde celebró sus bodas de oro sacerdotales, junto con su connovicio el P. Miguel Zabalza. Fue director de Radio Quillabamba.
En sus mismas palabras que “él había venido al Perú al servicio de las misiones y entendía su obediencia dominicana como el modo concreto en que él y los superiores decidían en cada momento a quiénes y cómo prestar ese servicio misionero”.
Al asumir el P. David Martínez de Aguirre Guinea el obispado y la responsabilidad de dirigir el servicio de evangelización de todas las misiones del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, Santiago aceptó en el 2015 ser el superior de Kirigueti y la responsabilidad de atender pastoralmente las dos misiones de Kirigueti y Timpía.
En 2018 las misiones del Vicariato de Puerto Maldonado y los frailes que en él trabajaban dejaban de pertenecer al Vicariato Regional de Santa Rosa de Lima de la Provincia de España que dejaba de existir. Las misiones pasaban a ser responsabilidad de la Provincia de San Juan Bautista del Perú.
Decidió regresar a España. Lo hizo en 2018 y su primer destino en España fue la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de los Dominicos en Vitoria, ciudad más cercana a su pueblo natal y Parroquia en la que sus experiencias y trabajo de Quillabamba podían aún aportar o ayudar en algo. Así lo hizo hasta que el deterioro de su salud y la falta de movilidad le hizo trasladarse en 2022 a la Residencia de enfermos y ancianos que la Provincia dominicana de Hispania tiene en Villava – Pamplona, capital de la región en que 86 (casi 87) años antes había nacido.
En la enfermería de Villava y hospital de Pamplona falleció el 9 de febrero de 2023, víspera de Santa Escolástica. Sus cenizas fueron despedidas en una solemne misa de funeral celebrada en su pueblo de Larrión y presidida por obispos, entre los que estaba Monseñor Larrañeta, su hermana dominica y sus hermanos dominicos de Villava y otros conventos de España.
Descanse en Paz decimos y le deseamos a él y a todos los difuntos porque los achaques y debilidades de la edad y salud, los problemas y necesidades de cada día en este mundo ya han terminado y la espera y esperanza de ver a Dios como es y la felicidad de vivir con Dios y como Dios ya se ha hecho realidad.
Lee el documento original "Memoria agradecida al P. Santiago Echeverría Echarri (1937-2023)
Fr. Rufino Lobo Alonso, OP.
Misión San José de Koribeni, 12 de febrero de 2023.
Natural de Asturias, misionero dominico en Quillabamba, Maldonado y Koribeni. Gran promotor de las comunidades cristianas campesinas en La Convención y Madre de Dios.