"Como todos los años, adornamos la cruz y festejamos la salvación que nos vino por ella"
Celebración de la fiesta de la Santa Cruz en la Misión de Asunción, Paraguay
En Paraguay se celebra la fiesta de la Santa Cruz, por su larga tradición, el 3 de mayo. Ha sido fiesta patronal de nuestra parroquia llamada popularmente La Crucita. Una vez más, como todos los años, adornamos la cruz y festejamos la salvación que nos vino por ella. Pero la cruz es signo de ignominia, de sufrimiento y de injusticia.
¿De qué forma nos salva y qué significa la victoria de la cruz?
Jesús, que pasó haciendo el bien, y que fue víctima de la injusticia de este mundo, perdonó a sus enemigos y, aún sintiéndose abandonado por su Padre, no dejó de confiar en él y a él encomendó su espíritu.
El templo de la Crucita nos fue encomendada a los dominicos desde su principio y fue erigida como parroquia ahora hace 50 años. Desde el comienzo se dio una vinculación con el Bañado Tacumbú, un barrio sumido en la pobreza y el descarte. El P. Álvaro Más acudía a celebrar la misa y, posteriormente el P. Pedro Velasco asumió la pastoral de esa zona, insertándose en ella como un bañadense más y trabajando tenazmente por la promoción de sus moradores con la institución de CAMSAT. La vinculación de la Crucita con el Bañado nos da identificación, y nos la da la Cruz.
Para todos nosotros, la cruz es y ha de ser memorial de una vida dedicada a construir la convivencia y a combatir la injusticia, y que, superando la incomprensión y toda clase de adversidades, persiste en la lucha y la esperanza, con la confianza puesta en Dios.
Leyendo Jn. 10, 1-16: El Buen Pastor
Si Jesús es el Pastor auténtico, significa que todos los que, en alguna medida, tenemos pastoreo en la sociedad, en la iglesia o en la familia,tenemos en Jesús el modelo y en el evangelio la norma de conducta para el buen cumplimiento de nuestra misión. El pastor, a diferencia del asalariado, cuida las ovejas, las defiende de cualquier peligro y las conduce a buenos pastos, porque conoce a cada una y las ama.
Participamos de este buen pastoreo al cuidarnos unos a otros y al asumir con responsabilidad las tareas que se nos han encomendado. Jesús vino a darnos vida y vida en abundancia, de igual modo nosotros hemos venido a la existencia para transmitir vida, prolongarla en el devenir de la historia y perfeccionarla para el bien de la humanidad.
Fr. Fernando Solá, OP, desde la Misión de Asunción, Paraguay