Elecciones en Guinea Ecuatorial ampliamente percibidas como "simulacro"
Mundo Negro Digital realiza hoy un análisis de las recientes elecciones de Guinea Ecuatorial:
Guinea Ecuatorial ha celebrado sus elecciones locales y legislativas con baja afluencia de votantes, sin incidentes reseñables durante la jornada y con la denuncia previa de la oposición por irregularidades y detenciones durante las últimas semanas. La prensa internacional destaca que la falta de concurrencia fue debida, en parte, a la percepción generalizada de falta de garantías de que las elecciones fueran transparentes y democráticas. Las autoridades detuvieron a varios partidarios de la oposición antes de una marcha en Malabo y se han bloqueado accesos a sitios de internet y redes sociales de algunos partidos opositores.
Guinea Ecuatorial ha celebrado sus elecciones locales y legislativas con baja afluencia de votantes, sin incidentes reseñables durante la jornada y con la denuncia previa de la oposición por irregularidades y detenciones durante las últimas semanas. La prensa internacional destaca que la falta de concurrencia fue debida, en parte, a la percepción generalizada de falta de garantías de que las elecciones fueran transparentes y democráticas. Las autoridades detuvieron a varios partidarios de la oposición antes de una marcha en Malabo y se han bloqueado accesos a sitios de internet y redes sociales de algunos partidos opositores.
Se espera que el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, encabezado por Obiang, en el poder desde hace 34 años, obtenga, de nuevo, una gran mayoría. Los primeros resultados así lo confirman, pues el presidente de la Comisión Electoral Nacional, ya ha asegurado que los primeros resultados "apuntan a una nueva victoria del PDGE que obtiene un amplio porcentaje de votos".
"Es un simulacro electoral, exactamente igual que las otras elecciones organizadas por la dictadura de Obiang", dijo Placido Mico, el único miembro de la oposición en el parlamento, que domina el partido en el poder con 99 de los 100 escaños, señala Mail&Guardian. Según Mico, los informes de fraudes han llegado "de todas partes". Es una práctica habitual, dice Mico, que los partidarios de Obiang voten varias veces, o bien, que no aparezcan las papeletas de otros partidos.
Obiang, de 71 años de edad, llegó al poder de la antigua colonia española tras derrocar a su tío en 1979. Desde entonces ha sido reelegido, a menudo en elecciones boicoteadas por la oposición. En 2009 se impuso con un 95% de los votos.
Guinea Ecuatorial es uno de los países más ricos del continente gracias a su petróleo, pero dos tercios del país viven por debajo del umbral de la pobreza. Obiang ha intentado, dice Mail&Guardian, utilizar la riqueza del petróleo para mejorar su mala imagen, que ha sido considerado frecuentemente como uno de los países más corruptos del mundo. En la cumbre de la Unión Africana de 2011, por ejemplo, el gobierno construyó la nueva ciudad de Sipopo, que incluía una mansión para cada uno de los 52 jefes de Estado, con un balneario y campo de golf. Guinea Ecuatorial también fue uno de los anfitriones de la Copa Africana de Naciones en 2012. Obiang también ha creado un premio científico de la UNESCO con su nombre y que sirve para contribuir a la investigación sobre sida, tuberculosis y malaria.
Un informe publicado por Convergencia para la Democracia Social en 2011, partido opositor ecuatoguineano, destacaba el "miedo enquistado" en la sociedad tras décadas de "crueldad, represalias, impunidad, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos", esto sumado a la "pobreza y la ignorancia de la población". El durísimo informe sobre derechos humanos fue reseñado en el número de Julio-Agosto de 2011 de la Revista Mundo Negro. En él se documentaban asesinatos, detenciones arbitrarias, desapariciones, encarcelamientos, torturas, acoso a la oposición, represión de la libertad de prensa y expresión, e intimidación de la población durante los últimos años. También se denunciaba la expropiación ilegal y otros abusos cometidos por Obiang y su círculo cercano, así como la total impunidad de la que gozan los militares y las fuerzas de seguridad.
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