Confiar y querer es poder
Recibimos el testimonio de Julio Gómez Jean, joven de "El Seybo" en República Dominicana. Él nos transmite su confianza en la Providencia del Señor para superar las carencias que vive su familia y que él particularmente experimenta para encontrar una vida más digna.
A 6 km de El Seybo, parte este de la República Dominicana queda una comunidad llamada La Higuera, tierra de hombres y mujeres trabajadores incansables en la agricultura corte y cultivo de caña, de atletas y jóvenes luchadores con deseos de superación por si, su familia y un mejor futuro.
Soy Julio Gómez Jean uno de tantos jóvenes que sueñan y creen que un mundo mejor es posible cuando nos dedicamos por entero, con amor y fuerza de voluntad.
Soy el hermano mayor de 6 que procrearon mis padres, me gusta compartir con mis amigos, estudiar, ir al rio y colaborar en lo que se me necesite y cuando esté a mi alcance. Vengo de una familia humilde sustentada por mi padre a través de la pensión ya que hace 4 años tuvo un accidente laboral (era tractorista en la compañía Central Romana) donde casi pierde la vida y queda invalido, que por Gracia de Dios no fue así.
En el año 2010 en 5to grado, ingresó al Proyecto Selvas Amazónicas mi hermano Junior Gómez a través de Raysa quien se acercó a la Escuela La Higuera a solicitar y evaluar junto al director de acuerdo a los requisitos estudiantes, siendo uno de ellos mi hermano, yo con la esperanza de estar también. Pero no fue hasta el 2011 cuando al recibir la visita de Paco Faragó mi madre hace la solicitud indicándole este que conversara con Raysa, quien en el período escolar 2012-2013 me da la oportunidad de iniciar y culminar sin mayor preocupación económica mis estudios secundarios técnico en refrigeración, ya que de no haber sido así pensaba abandonar la escuela para trabajar y ayudar a mis hermanos. Es una muestra de que cuando confías, tienes esperanza y actúa correctamente Dios te premia.
En mi casa teníamos que enmendar el uniforme, lo que dejaba yo en algunos años mis hermanos tenían que usarlo, igual los cuadernos que le quedaban suficiente página reutilizarlo para no abandonar los estudios hasta que llego Secretariado de Misiones Selvas Amazónicas a nuestro hogar y sobre todo a mi vida, debido a que obtuve por 4 años ininterrumpido mis uniformes, útiles escolares y transporte así como apoyo en diversas prácticas. Es por ello que mis padres y yo estamos y seguiremos agradecido toda la vida por apoyarme a ser bachiller y continuar ayudando a mi hermano.
Gracias Paco Faragó, cada colaborador, a Miguel Ángel y Raysa García nuestra orientadora por sus consejos en este caminar de forma individual y grupal por medio de las capacitaciones en diversos temas quincenal y en algunos meses hasta semanal y compartir, también a los voluntarios Paco Frutos, Pedro Calvo y Belén Sánchez quienes dieron seguimiento a nuestra dedicación y de los cuales no olvidare ¨SI TE RINDES CUANDO LAS COSAS SE EMPIEZAN A PONER DIFÍCILES, NUNCA LOGRARAS NADA QUE VALGA LA PENA¨ Les aseguro que la ayuda que me brindaron no fue en vano y seguiré luchando para ser un gran ingeniero industrial que sirva a su comunidad y país.
Julio Gómez Jean