Abrir los ojos a la realidad
Mari Carmen Vaqueiro es una voluntaria española que ha vivido una experiencia de misión con las Dominicas Misioneras del Rosario en la comunidad del Alto de la Paz (Bolivia), durante los meses de septiembre y octubre.
Os dejamos aquí su experiencia.
Era la segunda vez que realizaba la solicitud y por fin salí seleccionada. Estuve desde el 3 de septiembre al 30 de octubre en el Centro Materno Infantil Santa María de Los Ángeles, en la ciudad de El Alto (La Paz). Este centro de salud tiene adscrita una escuela de educación especial “Centro de Educación Alternativa Madre Ascensión Nicol” y fue en este último donde participé como voluntaria, ejerciendo funciones de terapeuta ocupacional con niños/as afectados por discapacidad motora e intelectual con edades comprendidas entre los 4 y 25 años de edad.
En resumen, mi labor consistió en sensibilizar a las familias acerca de los dere
chos de las personas con discapacidad para contrarrestar la discriminación que sufren estos niño/as y sus familiares.
Otras funciones han sido:
• Promocionar la disciplina de Terapia Ocupacional entre los familiares y todo el equipo (constituido por la directora que ejerce además como trabajadora social, una Hermana de las Misioneras Dominicas del Rosario que ejerce como administradora y en la Pastoral, seis educadoras especiales, una psicóloga, una fisioterapeuta y una logopeda).
• Evaluación de las destrezas para el desempeño de las actividades de la vida diaria e intervención en la rehabilitación de habilidades.
• Evaluación del control postural e intervención mediante fabricación de productos de apoyo con materiales de bajo coste para niños con Parálisis Cerebral Infantil (P.C.I.).
• Impartición de un taller al equipo docente sobre la importancia del juego y la estimulación sensorial para el desarrollo psicomotor del niño-niña.
Dos tardes a la semana realizaba acompañamiento en el taller de panadería. Salía con los jóvenes a vender el pan y trabajamos el manejo de dinero y la mejora de habilidades sociales. Las otras tardes realizaba sesiones mediante arte terapia (teatro, música, pintura, danza) para mejorar la expresión corporal, verbal y la creatividad en jóvenes con discapacidad cognitiva. El último día en la escuela, representamos la pequeña obra de teatro a las familias y al equipo de educadoras y también mostramos finalizado el mural en el patio de la escuela, el cual realicé en conjunto con los alumnos con motivo del día nacional de la discapacidad.
Fui con la trabajadora social a visitar algunas familias a sus casas y he observado directamente la pobreza en todos los sentidos. Es impactante, hay animales que viven en mejores condiciones y mejor alimentados. El sentimiento era de dolor e impotencia, rabia y frustración. Estas personas no viven, SOBREVIVEN. Casas de una habitación, sin cuarto de baño y el piso de tierra, aquí duermen, comen…la ducha simplemente no existe en muchos casos. Comprendí porqué los niños/as llegan al colegio con falta de higiene, ropa en mal estado, etc. La mayoría de las familias sobreviven con un dólar al día.
Finalmente comprendí la gran suerte que tuve de nacer en el lugar y familia que nací. Al día siguiente de visitar a las familias de la escuela, me levanté con un deseo cumplido en la vida, el cual era poder observar de cerca la injusticia social con mis propios ojos, oídos, manos y pies. Poder denunciarla con la boca grande y sabiendo que es realidad, que son seres humanos como mi familia, mis amistades…que merecen vivir como nosotros y no sobrevivir en condiciones lamentables, INHUMANAS.
Después de este viaje puedo comprender la necesidad que tienen los países del Sur de recibir ayuda de los gobiernos más ricos y por lo tanto la importancia que tienen las políticas de cooperación al desarrollo. Algunos se preguntarán con todo el peso de la lógica; ahora que sabemos todo esto, ¿cómo podemos colaborar para que cambie esta realidad? La base está en admitir e informarse respecto a la desigualdad social y el empobrecimiento de estos pueblos. Después, colaborar con organizaciones que reivindiquen políticas de cooperación y que garanticen una ayuda al desarrollo eficaz, transparente y orientado a la erradicación de la pobreza. El siguiente paso es realizar un consumo responsable, informándonos de dónde, quiénes y en qué condiciones trabajan las personas que elaboran los productos que consumimos, etc. Son varias las funciones que podemos asumir si queremos un mundo justo y sin desigualdades…la primera es aceptar que todos somos responsables del cambio social.
Esta fue la parte más “dura” y triste de la experiencia pero la otra cara más dulce la forman todas las personas que conocí y el cariño que me aportaron. Tuve la oportunidad de estar con personas muy comprometidas en estos ámbitos, no me olvido de la alegría de los niños de la escuela… Los consejos y sabiduría de Manuela, Edith, Yerty. Araceli, Margarita, Ana Mary y Avelina, (Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario, con las que conviví ese tiempo y de las cuales guardo lindas anécdotas) ellas me han ayudado a crecer como persona y espiritualmente. Todas ellas, pasaron a formar parte de mi familia.
Los fines de semana aproveché para viajar y conocí lugares inolvidables. Es uno de los ocho países más ricos del mundo en diversidad biológica. Sin lugar a dudas, ¡Bolivia es un país multicultural lleno de contrastes por sus habitantes y paisajes!
Espero que este programa de universitarios cooperantes se pueda seguir haciendo durante muchísimos cursos para conseguir que cada vez despierten más conciencias dormidas. ¡¡Gracias por darme esta oportunidad de abrir los ojos a la realidad!!
Mari Carmen Vaqueiro Álvarez
En Ponteareas, (Galicia) a 7 de Noviembre de 2012