35. La Historia de las Misiones es muy entrañable porque ¿sabes...
...de la ternura de las despedidas?
...de la ternura de las despedidas?
Fray Wenceslao Fernández Moro nos cuenta la suya:
Mi padre no estaba enterado de la finalidad de aquella inesperada visita de su hijo fraile... Después del apretado abrazo y unas palabras de saludo, casi sin pronunciarlas me dijo a quemarropa: “¿A qué vienes? No es tiempo de visitas. Los frailes en la Cuaresma no salen a vacaciones. Esto me huele a despedida para embarcarte: mañana es Domingo de Carnaval, y ¿te iban a permitir los superiores venir en este tiempo sin un motivo como el que creo?”.
… … …
No tuve más remedio que declararle las cosas, persuadido que era inútil andar en evasivas. Lo había adivinado todo; era un padre que leía el corazón de su hijo, y de gran fe; no iba a desconcertarse por la resolución de éste. Así me habló: “Dios te llamó a ese estado religioso, y ahora a las misiones, no seré yo quien contradiga al Señor. Te bendigo, como te bendije cuando te llevé al Convento de Padrón para tomar el Santo Hábito que vistes. Puedes ir, pero, no me olvides...”
Entonces me abrazó; lloramos juntos, y fue él quién me consoló a mí. Mi madre ya había fallecido cuando yo estudiaba latín en la parroquia; no sé si Dios me hubiera pedido el sacrificio de dejarla. Mi hermana Delfina y mi cuñado fueron los únicos testigos y compañeros de aquella escena de familia. Y porque era más dolorosa mi estancia entonces entre los míos que mi ausencia, sin esperar el aviso del padre provincial emprendí viaje a La Coruña; con esta medida sé yo que se enrareció un poco la atmósfera, ya demasiado cargada de mutuas condolencias. Salí de mi pueblo convencido de que lo volvería a ver para asistir a la muerte de mi padre. Tampoco a mí me engañaba el corazón.
W. Fernández Moro, OP. “Rincones del Amazonas”- Pamplona 1956
Albergue turístico de Sepahua – (Perú)