"Vivir en misión es estar atenta a la realidad en la que vives"
Marina, voluntaria de Selvas Amazónicas, nos cuenta cómo fue el último Encuentro Misionero virtual que realizamos en pasado viernes 1 de mayo y comparte las reflexiones que le surgieron a raíz de las dinámicas y propuestas que se llevaron a cabo.
Después de nuestro último encuentro en febrero, nos volvemos a reunir pero esta vez de una forma un tanto peculiar debido a las circunstancias con el Covid-19.
Las sonrisas se van dibujando en nuestras caras conforme se encienden las cámaras de nuestros compañeros y compañeras. Al poco rato de abrazarnos virtualmente empezamos con el ambiente de oración y reflexión. Van surgiendo pensamientos y mensajes de esperanza. Los presentes cuentan sus experiencias estos días, se rememora la muerte de personas cercanas con mucho cariño y apoyo. Y yo solo me siento feliz y en paz de saber que estoy acompañada, que hay más personas como yo expandiendo mi mismo mensaje.
Voluntarias de Selvas Amazónicas cuentan que amigos de las misiones a las que fueron tiempo atrás les han llamado estos días preocupados por ellas, entonces reflexionamos sobre cómo personas que han conocido el miedo y el dolor tan profundamente como ellos, que viven en situaciones precarias y que poseen poco más que amor y humildad, se muestran tan preocupados ante nuestra situación cuando aparentemente algunas lo tenemos todo y vivimos bien. Admiramos esa humanidad que muestran desde la lejanía, nos devuelven el amor que un día les llevamos.
También hablamos sobre los planes, esas construcciones sobre nuestras vidas que nos hacemos todas, queriendo organizar un futuro que en realidad es incierto. Algunas, como yo, teníamos en mente salir de misión este verano, ya intentando imaginar país y compañeros, y de repente nuestros planes se ven forzados a cancelarse.
Pero entonces recapacitamos, recordamos que la misión no es irnos a la otra punta del mundo a salvarlo, vivir en misión es estar atenta a la realidad en la que vives, al dónde estás, con quién y a partir de ahí aportar lo mejor de nosotras, ofrecerte y recibir lo que los demás tengan preparado para ti.
Puedes aportar mucho en tu mismo barrio o incluso entre los tuyos, siempre habrá alguien que necesite una mano que le acompañe, y vivir en misión es exactamente eso, caminar cogidos de la mano.
Por último, hablamos también de los valores que se esconden tras cada acción que llevamos a cabo, para conocernos un poquito mejor a nosotras y nosotros mismos hicimos una dinámica en la que sacábamos al exterior muchas sensaciones y sentimientos de nosotras hacia el mundo que nos rodea, hacia lo que esperamos de la humanidad a partir de ahora.
Muchos mensajes de esperanza y amor llegaron a nuestros oídos.
Así que con estos pensamientos en la cabeza terminamos el encuentro, con los corazones llenos de amor comentamos lo que Selvas Amazónicas significa para nosotras y nos despedimos.
Colgamos con dudas rondándonos la cabeza sobre cómo aportar un poquito más en nuestro entorno día a día y vivir en misión. Yo personalmente cambié el filtro con el que lo veía todo, este último encuentro sacó a flote muchos sentimientos enterrados durante los últimos días de confinamiento.
Marina, voluntaria de Selvas Amazónicas