Un encuentro para conocerse
“La misión es como un regalo sorpresa, no sabes lo que es, pero sabes que te va a gustar porque te lo ha hecho alguien con todo su cariño.”
Este tercer encuentro ha sido especial y diferente, ha sido un fin de semana en el que como su propia palabra indica… “ENCUENTRO”, hemos tenido tiempo para encontrarnos con nosotros mismos, con nuestros compañeros y con Dios.
En esta ocasión estábamos menos personas y no han acudido tantas personas externas al grupo a darnos formación, por eso ha quedado todo en casa y ha sido precioso ver cómo personas que ya han salido son las que forman y dan consejos a las que tenemos menos experiencia.
Comenzamos el sábado con la oración que habían preparado los prenovicios, nos presentaron un vídeo con el evangelio de San Juan de la samaritana cuando va al pozo a buscar agua. En este tiempo de Cuaresma le pedimos al Señor : “¡Que mi vida rendida a tu Espíritu consienta en mí la misma transformación que obró en la samaritana; y que, dejando mi cántaro, ¡me convierta en un verdadero discípulo tuyo!”.Tras un rato de reflexión terminamos escuchando la canción de “Agua de Vida”, más de uno se quedó con ganas de salir a bailar por el ritmo tan contagioso y alegre que tenía la canción.
Lafigura de la samaritana nos ha acompañado durante todo el fin de semana y no creo que haya sido una casualidad.
Una vez terminada la oración, comenzamos con una formación que impartió Belén, sobre lo que es la inculturación. La entendimos como la armonización del cristianismo con la cultura de los pueblos. La religión necesita de la cultura y la cultura de la religión.
“Una religión sin una cultura que le dé el cauce para expresarse permanece muda, y una cultura sin religión carece del sentido último de los valores.” (José Ramón López de la Osa, OP)
Recordamos que un misionero tiene que proclamar el Evangelio y llevar la palabra de Dios, debe hablar de Jesús allá por donde vaya. Cada cultura es diferente y debemos adaptarnos y conocer sus tradiciones, por ejemplo estuvimos viendo las distintas formas que existen de celebrar los entierros, en nuestra cultura en los entierros el color predominante es el negro pero en otras es el blanco. Hay lugares en los que siguen existiendo plañideras…
Algo que nunca debemos olvidar en que los valores de la evangelización entre culturas más significativos son; el sentido de la fraternidad, la dignidad de la persona y el amor por encima de todo.
También tuvimos la oportunidad de ver un libro con dibujos de diferentes escenas bíblicas que lo había hecho niños de Perú, ahí nos dimos cuenta de lo enriquecedor que es conocer a personas de otros lugares del mundo y la forma tan diferente tenemos de imaginarlos los relatos ya que probablemente ninguno de nosotros lo hubiéramos dibujado así.
Una vez que ya estábamos empapados de todo lo que era la inculturación, comenzamos una actividad en grupos en la que a cada uno le tocaba realizar un supuesto práctico en el que tenía que preparar una catequesis en diferentes lugares del mundo y con características específicas.
A veces parecen situaciones imposibles, pero son realidades cuando sales de misión. Este tipo de actividades nos ayudarán mucho para cuando nos encontremos allí.
¡Qué difícil resulta en ocasiones ponerse en el lugar de estas situaciones! Una de ellas era que te encuentras en una cárcel y tienes que preparar una catequesis para el Día del Padre con presos que no van a ver a sus hijos en mucho tiempo…
Tras una mañana muy fructífera tuvimos un rato de convivencia entre nosotros comiendo en el patio al solecito porque hacía un día estupendo.
Continuamos escuchando el testimonio de Toni Miró que nos llamó por video llamada desde Paraguay. Estaba con Vanesa, una chica que participaba mucho con los grupos de la parroquia. Fue un testimonio de los que se te pone el vello de punta, al ver la capacidad que tiene el misionero de seguir adelante y luchar por la evangelización a pesar de estar en peligro y de haber sido amenazado en diferentes ocasiones. Es una realidad dura pero la contaba con una sonrisa en la cara como si no tuviera importancia, me quedo con la frase en la que dijo que tienes que amar y querer mucho a la gente porque no todos los días son fáciles pero si los amas todo compensa.
Llegó el momento en el que Belén nos propuso hacer nuestro Proyecto de vida, consistía en “encontrarnos” un poco con nosotros mismos y analizar… ¿qué acontecimientos de nuestra vida nos habían llevado a estar allí?, ¿qué objetivos teníamos de la misión?, ¿cómo sería nuestra misión ideal?…Cada uno nos fuimos a un espacio diferente con una hoja gigante para poder escribir todo lo que nos viniera a la cabeza. Una vez analizado todo esto, pudimos compartir y todos coincidimos en que nos tuvimos que remontar a muchísimos años atrás para saber por qué estábamos allí. Nada pasa por casualidad, el Señor va guiando nuestro camino y poniéndonos señales… la realidad fue que todos estábamos un sábado en el encuentro de Selvas Amazónicas.
Uno de los compañeros dijo,“La misión es como un regalo sorpresa, no sabes lo que es, pero sabes que te va a gustar porque te lo ha hecho alguien con todo su cariño.”Y no puedo estar más de acuerdo con él.
El broche final al día lo puso Fray Fernando con una eucaristía preciosa, de nuevo salió la figura de la samaritana, era un evangelio larguísimo pero los no resumió en tres partes fundamentales que entendimos a la perfección. Una vez terminada nos fuimos a descansar y a interior todo lo vivido durante ese día.
Abrimos el día con la oración la preparó Sagrario, con el salmo de mi alma tiene sed , allí estaba una vez más la samaritana y propusimos ponernos en camino con otros y con todos…
El encuentro iba llegando a su fin, pero antes de terminar Marta y Belén nos dieron unos tips de habilidades sociales que debemos tener en cuenta. Para vivenciarlo mejor hicimos una actividad llamada “Manitas y chapuzas”, nos exponían diferentes situaciones / herramientas y debíamos preparar un teatro representando una mala actuación y una correcta actuación ante una situación.
Ya se va sintiendo y oliendo la misión, se palpan las ganas, la incertidumbre de cuál será el destino para cada uno de nosotros y cuál será la misión que Dios nos ha preparado.
Lourdes Álvarez,voluntaria de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas.