Dani amazionado
Dani Solana, que marcha en unos días a la misión de Kirigueti, nos cuenta lo que ha sentido durante todos estos meses participando de los Encuentros Misioneros. Un testimonio que al leerlo nos anima a todos a querer participar de este proyecto de Selvas Amazónicas.
"SELVAS AMAZÓNICAS, MISIONES,… me hablan del proyecto, de la existencia de un grupo de gente, de la posibilidad de participar en los encuentros que se llevan a cabo…todo esto eran palabras o mejor dicho opciones, pero faltaba lo importante: dar el paso y ver que sentía.
Una de esas cosas maravillosas que te pasan en la vida es SELVAS AMAZÓNICAS, la suerte de poder aprender, convivir y compartir experiencias y emociones, en definitiva sentir la vida; y precisamente pensando en lo que os quería contar, llegué a la conclusión de que esta era la clave: ¡SELVAS AMAZÓNICAS ES VIVIR!"....
SELVAS AMAZÓNICAS, MISIONES,…me hablan del proyecto, de la existencia de un grupo de gente, de la posibilidad de participar en los encuentros que se llevan a cabo…todo esto eran palabras o mejor dicho opciones, pero faltaba lo importante: dar el paso y ver que sentía.
Disculpad la forma atropellada y desordenada de comenzar, solamente quería reflejar mi punto de partida; el resto de datos de cómo llego a ese punto y quién soy, pues la verdad me parecen secundarios, ya que podríamos decir que soy como tú, con inquietudes, con preguntas y con ganas de hacer cosas y como nos ocurre muchas veces, pues de repente estás ahí y surge algo maravilloso a lo que es imposible decir no o dejar pasar.
Y una de esas cosas maravillosas que te pasan en la vida es SELVAS AMAZÓNICAS, la suerte de poder aprender, convivir y compartir experiencias y emociones, en definitiva sentir la vida; y precisamente pensando en lo que os quería contar, llegué a la conclusión de que esta era la clave: ¡SELVAS AMAZÓNICAS ES VIVIR!
Vivir en toda su amplitud, pues somos discípulos de Jesús y Jesús es vida, por tanto debemos ser fuente de vida; y a estas alturas os preguntaréis ¿qué tiene que ver SELVAS AMAZÓNICAS con la VIDA?; la respuesta es muy sencilla: en SELVAS AMAZÓNICAS he descubierto lo que significa la palabra MISIÓN y es la MISIÓN el eje de mi vida como lo es del resto de los integrantes de este inmenso movimiento misionero, ya sea desde nuestras ciudades en el mundo occidental o en los lugares más recónditos de este nuestro maravilloso y muy desordenado planeta.
En estos meses - desde octubre 2012 - he experimentado muchos sentimientos al descubrir la realidad de la MISIÓN, de como el mensaje de justicia universal, solidaridad y amor que Jesús nos enseñó, está ahí día a día desarrollándose y creciendo gracias a los misioneros y su labor tan compleja como sencilla a la vez, digo sencilla porque parece muy fácil decir que se está trabajando para lograr la justicia y dignidad pero inmensamente compleja al descubrir muchas situaciones en las que la sanidad, la alimentación o la educación son metas dificultosas pero que se convierten en realidad gracias a la vida dedicada de muchísima gente. Lo más sorprendente es que, en grupo y con la aportación de todos los que son y forman SELVAS AMAZÓNICAS, he descubierto que la MISIÓN existe en el interior de cada uno de nosotros de tal forma que nos lleva a construir y edificar esos pilares de justicia estemos donde estemos; de tal forma que nos dejemos contagiar por el movimiento misionero en todas las facetas de nuestra vida: familia, amigos, trabajo, etc.
Me siento vivo, lleno de vida, de la que emana del agua bautismal, de la que lleva la esencia de nuestra fe y eso es fruto de la convivencia y enriquecimiento que he experimentado durante los diversos encuentros y reuniones que hemos mantenido para prepararnos a hacer MISIÓN; he tenido la suerte de vivir la pasión, la emoción - con alegrías y lágrimas también- de misioneros que con su testimonio me han enseñado a ver en los ojos del otro la llamada; he madurado gracias a compartir experiencias e inquietudes con el resto del grupo - con integrantes de toda la geografía nacional-; he aprendido a escuchar, a sentir con las actividades que hemos realizado, desde visitar la Cañada Real o participar en talleres de relajación, etc. Todo esto combinado con la preparación sobre la realidad de las misiones - aspectos culturales, sociales, económicos- es lo que me hace sentir vivo.
Algunos de nosotros marcharemos en breve a distintos destinos para vivir “in situ” las misiones; así la Amazonía peruana, Republica Dominicana o África serán nuestros hogares durante unas semanas; con la idea de participar y aprender para recoger el testimonio de MISIÓN que será nuestra guía estemos donde estemos.
Antes de despedirme, me gustaría invitarte e que vivas, a que pienses que con indiferencia de edad, lugar o momento todos debemos vivir nuestra MISIÓN; ¿te atreves? Hace más de dos mil años Jesús lo hizo…así que no lo dudes ¡AMAZIÓNATE!