Crónica del Encuentro de Voluntariado Misionero

Desde hace muchos años, siempre me he rodeado de gente que, o bien de manera puntual, o bien porque forma parte de su proyecto de vida, han tenido o tienen contacto con la “misión”. Poco a poco me fue picando el gusanillo de vivir la experiencia de irme de Misión, a lo que me llegan una serie de preguntas, miedos… Después de darle vueltas y ver experiencias durante años, de repente, un día, navegando por redes sociales, me encuentro con el perfil de “Selvas Amazónicas” (organización que ya conocía) y, curiosamente, con el anuncio de que van a comenzar los cursos de preparación de voluntarios y que el próximo se realizará el fin de semana del 21-22 de octubre.Para mí eso fue una señal. “Ya es el momento”, me dije. Así que decidí acudir a este encuentro de formación e introducirme en esto de la “misión” (sin dejar de pensar que “misión” se tiene y debe hacer a diario... ¡¡hay tanto por hacer!!).

Expectante, acudí al encuentro. A primera hora ahí estaba Belén en la puerta para indicar a los/as participantes que acudían por primera vez, por dónde se accedía para llegar a la sala donde tendría lugar el curso. Como siempre, empezamos la mañana con un saludo y la sonrisa de Belén... ¡¡el día empieza bien!!.

Arrancamos el curso con una oración, teniendo muy presente que ese fin de semana se celebraba el DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones), con lo cual qué mejor que un fin de semana donde se celebra la “Misión” para realizar el curso.

A continuación, nos presentamos los participantes. ¡¡Nunca pensé que los llaveros donde llevamos las llaves de casa, coche... dieran tanto de sí!!. Así nos fuimos presentando, aparte de decir nuestro nombre, profesión y demás, qué significado tenían nuestros llaveros o qué simbolizaban. En algunos casos no había llavero, en otros eran recuerdos de viajes, y otros, en cambio, estaban cargados de experiencias, de mucho significado, de simbolismo.

Después de las presentaciones, Belén y Naiara nos presentaron a “Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas” de manera muy sencilla: qué es, qué labores realizan, dónde están en la actualidad llevando a cabo los diferentes proyectos como en Guinea, República Dominicana, Paraguay…

Antes de irnos al descanso y utilizando un ovillo de lana (yo creo que no fui la única que pensé: “¿y esto?, menudo lío se va a organizar aquí, con la lana entrelazada por todos lados”) que nos fuimos pasando entre los participantes aleatoriamente, hablamos cada uno de lo que esperaba de la misión y de lo que suponía para nosotros/as… Y os preguntareis, ¿y el ovillo?, metafóricamente acabamos todos enREDdados, es decir, qué mejor que explicar cada uno/a lo que espera para darnos cuenta que esto de “irse de misión” es un trabajo en RED, un trabajo en comunidad.

Pasado el descanso, Fr. Carlos Díez Rojo OP “Cacho” (esto de “Cacho” mejor que os lo explique él), actual Delegado Provincial de “Selvas Amazónicas” (sustituto de Fernando Vela, al que aprovecho para darle las gracias por toda la labor desempeñada estos años), nos contó cómo ha sido su vida de misión, en países de Centroamérica como Nicaragua o Guatemala. Toda una vida dedicada a la “misión”. Nos contó que pasó de ser “un pobre entre ricos” (cuando vivía en España y trabajaba como albañil), a ser un “rico entre pobres” cuando estuvo en aquellos países con tanta necesidad con y por los que tanto trabajó.

Tocó momento de parar a comer para después reflexionar sobre qué motivaciones, miedos, habilidades tenemos cada uno/a de los/as voluntarios/as que allí estábamos; elegir una canción que identificara nuestro espíritu misionero así como la elección de tres citas bíblicas. Esto tenía “truco”: Deberíamos guardarlo para releerlo antes de salir a la misión… No se si la perspectiva cambiará o se reforzará. El tiempo dirá…

Posteriormente, en la pizarra, había una serie de papeles que contenían unas palabras sostenidas por imanes del Domund: Puntualidad, espíritu aventurero, buen humor, compartir, solidaridad, buen humor… De todas las palabras que allí había (que eran unas cuantas) tuvimos que elegir, en grupos, solo cinco. Parece fácil, pero no lo es. Sí es cierto que algunas englobaban a otras y me llamó la atención que la que más se pronunció y eligió en general entre los grupos, fue la palabra “Estar”. Dios se hace presencia, nosotros/as, y más en la misión, tenemos y debemos “ESTAR”, ser presencia para con nuestros hermanos/as. Es una palabra que engloba, a su vez, a muchas otras.

Para terminar el día, en grupos, trabajamos sobre unas cartas de uno de los Maestros de la Orden, de donde se tenían que sacar ideas, preguntas… Parecía fácil pero algunas costó sacarlas…

Todas estas dinámicas hicieron que termináramos el sábado conociendo más la “misión” y reflexionando a nivel personal y grupal sobre lo que ello implica, significa.

Llegó el domingo. Fr. Vicente Niño OP, nos expuso de manera concisa y muy sencilla la vida de Santo Domingo de Guzmán (¡¡la que ha liado este hombre con la predicación que, por cierto, bienvenida sea!!); igualmente nos habló sobre la familia dominicana. Fue un acercamiento sencillo y muy completo a la vida de Santo Domingo y de la familia dominicana en rasgos generales. Terminamos definiendo esa charla con una palabra. En mi caso fue GRACIAS. Gracias a Santo Domingo, a la Orden y a todas y cada una de las personas que trabajan para que el carisma dominicano nunca se apague y cada vez seamos más los que queremos ser predicadores tanto de palabra como con hechos.

Seguidamente, Gloria, Carmen, Patricia y Belén, nos contaron, cada una, su experiencia misionera en Paraguay, Guinea, República Dominicana y Uruguay, respectivamente. Nos dieron su testimonio de lo que cada una, en sus respectivos lugares, vivieron. He de decir que el que dieran su testimonio personas que han estado en distintos países haciendo cosas diferentes, aunque con un mismo hilo conductor como es el ayudar, escuchar, acompañar… y todo lo que implica la “misión”, fue muy enriquecedor. En un mismo mundo donde vivimos realidades tan complejas, tan distintas… ¡¡¡queda mucho por hacer!!!.

Terminamos la jornada y, por tanto, el encuentro de fin de semana, con una eucaristía oficiada por Fr. Carlos Díez Rojo OP, comulgando bajo las dos especies y compartiendo un momento de oración, de compartir. en comunidad.

Después nos tomamos algo y nos despedimos hasta dentro de poco que nos volveremos a ver en el segundo encuentro.

No quiero terminar esta crónica, sin dar las GRACIAS (así con mayúsculas) a todas las personas que lo han hecho posible, tanto la organización, como aquellas que han participado ya sea contando su experiencia, o nos han dado a conocer más a Santo Domingo, a “Selvas”… Muchas gracias por ESTAR.

Acabo con una oración que puede resumir el sentido de este encuentro y que allí se compartió: “Domingo, itinerante y viajero en mundos extraños, intercede por nosotros para que valoremos y aprendamos de los que son diferentes y tengamos una actitud mendicante de la verdad, la misma que tuviste tantas veces al acoger nuevos mundos en tu mundo”.

¡¡Nos vemos en el próximo!!

Mamen