Celebración del envío de Selvas Amazónicas
Dieciseis jóvenes preparansu envío a las misiones dominicanas con una Eucaristía presidida por el prior provincial, Fray Javier Carballo, OP. La ceremonia litúrgica se celebró en Madrid en la Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Siena de los padres dominicos. Los jóvenes recibieron la cruz misionera que les acompañará en su experiencia.
Toca partir a la misión. Pero antes no podemos olvidar que lo importante no es el destino, sino el sentirnos enviados.
Desde Selvas Amazónicas queremos tener presente la Llamada del misionero como una parte central de nuestra razón de ser. No somos cooperantes, sino personas que sienten la Llamada a entregar parte de su tiempo a los olvidados del planeta en cualquiera de nuestros puestos de misión.
Es por ello que el pasado sábado 27 de junio tuvimos la celebración de envío en la parroquia Santa Catalina de Siena en Madrid.
Una celebración familiar y cercana en la que enviamos a los 16 voluntarios que este tiempo vacacional estarán compartiendo misión con nuestros misioneros.
Detrás de estos 16 voluntarios, hay un largo tiempo de preparación y de cuidado de la vocación que a través de nuestros encuentros misioneros a durante todo el año, han podido disfrutar y compartir con otros voluntarios que sienten la misma Llamada.
Tiempo en el que han podido profundizar en multiculturalidad, conocimiento del medio, indigenismo, misionología, prevención, seguridad… todo lo necesario para lograr que su estancia de misión sea una experiencia de dejarse tocar y hacer por la realidad que verán allí donde sea su destino.
Este año como novedad, surgen nuevos destinos de misión, fruto de la unificación de las provincias con el nacimiento de la nueva provincia Hispania y la colaboración con otras congregaciones dominicas, Los destinos son: Perú en las misiones de Koribeni, y Puerto Maldonado; el Seybo y Santiago de los Caballeros en República Dominicana; Cuba, Guatemala, Etiopía y Bolivia.
Desde Selvas Amazónicas sólo nos queda desearles una feliz experiencia, y acompañarles en nuestra oración para que cuando vuelvan, continúen con la verdadera misión de contagiar su realidad de todo lo vivido.