Trabajando con niños y adolescentes en Koribeni
Os dejamos unas nuevas reflexiones sobre las actividades realizadas durante los últimos 10 días en Koribeni con los niños y adolescentes de la propia comunidad y de las comunidades vecinas. Ha sido todo un éxito y los voluntarios han acabado encantados con la experiencia.
Seguimos desde Koribeni dando noticias. Como ya predecíamos, aquí nunca se aburre uno. Siempre hay cosas que hacer a cada cuál más interesante.
Desde el día 25 de julio, los 4 españoles que estamos aquí hemos estado llevando a cabo una especie de campamento de verano durante las vacaciones escolares. Han participado niños y jóvenes tanto del propio Koribeni como de otras comunidades vecinas, desde los 4 años hasta los 17. ¡Algunos se desplazaban durante casi 2 horas para poder venir!. En total han podido pasar como más de 60 niños por las actividades, pero como muchos tienen que ayudar a sus familias en las chacras (cultivos) a la vez no hemos sido más de 40. La experiencia ha sido muy rica y hemos disfrutado muchísimo todos. ¡Nos hemos reído sin parar y les hemos cogido muchísimo cariño a todos!
El campamento empezó con Carmen todavía aquí, pero se tuvo que volver a España porque se acababan sus vacaciones y estuvimos unos días solo 3: Raquel, Belén y Alexia. Menos mal que enseguida llegó Jorge lleno de ganas y energías para unirse a nosotras.
El campamento, o vacaciones útiles como lo llaman aquí, lo comenzábamos con algunas canciones infantiles y luego los separábamos en grupos según edades para hacer un rato de apoyo escolar. Aunque parezca increible, esto ha sido demanda de ellos, ya que tenían muchas ganas de que les ayudásemos con el estudio. A veces teníamos que cortar el rato de estudio a la fuerza para tener tiempo para hacer otro tipo de actividades. Además, dedicábamos un rato siempre a juegos académicos que fomentasen la lectura, el cálculo mental, el vocabulario, la ortografía u otras materias.
Después cada día realizábamos un taller, donde se trabajaban temas como el respeto al medio ambiente, la igualdad de género, la afectividad, la animación a la lectura, el arte, la higiene y la salud, entre otros. Estos talleres se realizaban mediante juegos y dinámicas, siempre relacionados con el tema a trabajar ese día.
Las tardes se dedicaban a la parte más lúdica, canciones y juegos en su mayoría cooperativos y que fomentasen otra serie de valores como el compañerismo, el deporte, la agilidad, el diseño de estrategias, y sobre todo la diversión. La verdad es que estos niños son como una esponja que lo absorven todo; se han aprendido todas las canciones y juegos rapidísimo.
Los sábados se realizaron dos excursiones de todo el día, con almuerzo incluido, a bañarnos en distintos ríos. El primer sábado nos llevó el Padre Roberto a bañarnos a una cascada en medio de las montañas. ¡Fue increible! La mayoría de los niños no conocían el lugar y, aunque andamos bastante y acabaron cansados, todos estaban encantados con haberse podido bañar en un sitio tan espectacular.
Hoy domingo día 5 todavía nos queda la fiesta de despedida. Haremos juegos, canciones, bailes, merendola, etc. Como todavía queda toda la semana de vacaciones escolares, hemos tratado que los más mayores preparen actividades durante estos días que no estamos para los más pequeños, aunque no sabemos que tal resultará.
Nos da mucha pena despedirnos de ellos, pero mañana ya nos marchamos con Roberto 6 días de ruta a visitar 3 comunidades machiguengas: Yokiri, Matoriato y Kirateni. Tendremos que andar bastante por la selva y seguro que es muy cansado, pero merecerá la pena. Ya os contaremos las aventuras que nos esperan. Esta vez vendrá Jorge con nosotros, que todavía no conoce ninguna comunidad indígena y está deseando.
¡Os seguiremos contando!