¡Te echaremos de menos Carmen!
Carmen se acaba de marchar de Koribeni camino a Quillabamba, Cuzco y Lima para regresar ya a España. Nos da mucha pena que no pueda quedarse hasta el final pero su trabajo la reclama. El día uno de agosto tendremos a Jorge por aquí que se quedará todo agosto y volveremos a ser 4.
Os dejamos un bonito testimonio que nos ha dejado Carmen antes de marcharse.
¡Te echaremos de menos!
Como dicen en el fútbol, estoy ya en el período de descuento de mi estancia en Koribeni.
Han sido unos días llenos de vivencias, risas, emociones y también fatigas – pero fatigas de esas que te dan una satisfacción enorme por lo compartido, lo vivido y lo logrado.
Muy lejos se me queda el estrés de preparar la mochila la víspera de salir, con el deseo de llegar a la ansiada PAZ que al menos a mí, siempre me proporciona la Misión.
Nuestro período en Koribeni no pudo empezar mejor: iniciamos nuestro periplo con una salida de varios días a Kepashiato y Tipeshiari que me ha permitido contemplar y admirar la belleza de estas tierras ¡DESBORDANTE!, y acercarnos a la cultura Matshigenga. Estas gentes nos han cautivado por su hospitalidad, su masato, y su mirada de ojos negros profundos y sonrisa tímida.
Los días en Tipeshiari me aterrizaron un poco a la realidad de los hijos de la Selva. Su fortaleza física, su amor a Tashorintzi, la naturalidad con que viven en medio de la nada: de esa nada que es TODO, por ser la Selva, la naturaleza, la paz, DIOS.
Doy gracias a DIOS por el regalo de celebrar con mis hermanos Matshigengas la Fé y la vida esos días allí; por haberme puesto en camino; por mostrarme la sencillez de este pueblo y el amor por sus familias.
Y ahí, en medio de esa vivencia, una ‘bonita’ tentación: “HAGAMOS TRES TIENDAS…”
Pero no podía ser: en Koribeni nos esperaban nuevas oportunidades de compartir, disfrutar y aprender.
Conocer las distintas comunidades existentes en torno a la misión de Koribeni a través de los profesores que han participado en el taller de educación ha sido una experiencia muy rica, ilusionante y llena de apredizajes y afectividad.
Entre medias de todas nuestras andanzas hemos CELEBRADO y VIVIDO con las hermanas, con los chicos del internado, con las comunidades en la festividad del Carmen, y muy especialmente con el Padre Roberto y Fray Juan.
La opción de seguimiento de Jesús desde el carisma dominicano se palpa aquí a raudales: El trabajo infatigable de los misioneros por el desarrollo de las personas y la defensa de los derechos y la justicia; el desempeño y compromiso en ser generadores de opinión y trabajar por la transformación social desde el mensaje de Jesús, el amor a la tierra, a DIOS y a los hermanos es algo que en estos días he podido vivir en primera persona a través del Padre Roberto.
Y haciendo repaso de estos días, me llevo el cuerpo lleno de arañazos de la selva, y el corazón y la mochila repleta de afectos, anécdotas, vivencias y disfrutes. Vivencias que me acercan a Dios, y me reafirman en la convicción de que merece la pena vivir desde lo pequeño poniendo cada día, con sus preocupaciones y anhelos, en los brazos de DIOS - Tashorintzi que OBRA TODO EN TODOS.
Deseo que esta paz y alegría que me llevo perdure en mí en medio de la “jungla del asfalto”; y la lleve a los demás para que se contagie y multiplique.
Gracias a Belén, Alexia y Raquel, compis de Misión en Koribeni: Con todas vosotras la vida aquí ha sido muy fácil. Gracias a los compis de Kirigueti y del grupo de Misión de Madrid porque lo vivido ahora es fruto de lo sembrado atrás todos juntos.
Gracias a Fray Juan, al Padre Roberto, a Rafa y a las Hermanas por su testimonio de servicio a los demás.
Y ¡Gracias DIOS por tantas bendiciones! Y por eL don de la VIDA!.
Un beso,
Carmen