Radio Seybo, la esencia de la radio
Patricia Rosety, voluntaria de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas comparte su testimonio a la vuelta de misión en Santa Cruz de El Seibo, República Dominicana
Me faltaba El Seybo, pero todo llega. Pasaron seis años desde que Miguel Ángel Gullón, director de Radio Seybo, y dominico asturiano, me invitara en Perú, en Lima, a conocer su emisora. Regresaba de mi voluntariado en Radio Madre de Dios, en Puerto Maldonado. La Providencia,llamada Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas, y la pandemia, buscaron el momento oportuno. Y ese momento oportuno para ir a República Dominicana fue agosto de 2022. Tenía pendiente escribir mi experiencia a la vuelta, pero mi trabajo y las circunstancias de El Seybo han hecho que este relato esperase.
Cuando vuelves el “sabor” de la misión te ronda la cabeza y el corazón durante un tiempo. Y a estas alturas casi puedo decir que no he salido de El Seybo por todas las circunstancias que le han acontecido desde mi vuelta. El huracán Fiona, la marcha de los campesinos a Santo Domingo, al Palacio Nacional, caminata que viví junto a los peregrinos a través del móvil, con la sensación, casi, de estar con ellos. O el Domund. Siempre hago para COPE, donde trabajo, un reportaje con el dominico de la misión. Todo ello me ha hecho “continuar” allí y entender mucho mejor la misión.
Mi cometido, lo que me pidió Miguel Ángel Gullón, fue colaborar en la radio. Lo hice encantada. La radio es mi vida, es mi pasión, es mi vocación, es mi misión. Y la entiendo como servicio público. Mi visión periodística va siempre conmigo, y con profesionalidad también se transmite el Evangelio, como nos enseñó el Padre Gago en COPE.
Radio Seybo es una radio de los Dominicos, con buenos profesionales, que se ocupa y preocupa de sus ciudadanos, una radio en la que se denuncian injusticias y se busca esperanza, abierta a los oyentes para que ellos mismos puedan denunciar sus problemas. “Una radio cuyo objetivo es escuchar a la gente y estar atentos a lo que necesita”, me decía Gullón en la entrevista que le hice para COPE. Una radio que quiere ser fiel a sus orígenes, que “el micrófono esté en el corazón de las personas”. Ésa es la esencia de la radio, estar en las personas, escucharlas, ser un auténtico servicio público. Y Radio Seybo, con Gullón a la cabeza, es la esencia de la radio. Mantiene el micrófono en el corazón de las personas. Y ese micrófono lo mismo está en el huracán Fiona que en la lucha por los derechos humanos de los campesinos de la caña de azúcar, está en la lucha por la dignidad de las personas. Siempre con los “preferidos de Jesús”, por los que Miguel Ángel tanto lucha.
Colaboré en todos los programas que me pidieron y pude ver una radio familiar, tan familiar como toda la Misión de El Seybo. Enriquecedor fue colaborar en “La palabra de Dios, hoy”, con Evangelista Mota, con los comentarios de los oyentes sobre el evangelio del día; en “El Poder de la Mañana”, con Israel Morales, Yomeyli Astacio y Camilo Herrera, con la realidad y actualidad de El Seybo; escuchar a Fray AnselmoAlonso en sus comentarios sobre la Biblia; participar en el programa de la pastoral penitenciaria, con Leidi Morales; o en “Enfoque Semanal”, con Johanna Peguero. Y no me puedo olvidar de Miguel, Carolina, Franchesca, Mario, Felito, Canela, Milagros, Petra, Nayrobis, Ada… ni de los buenos momentos que me hicieron pasar en la radio y fuera de ella. También en los campos para llevar las becas de Misioneros Dominicos -Selvas Amazónicas, con Noelia y Raysa, en el Proyecto de Agricultura Virgen de Covadonga, en las celebraciones comunitarias o incluso en el karaoke. Los dominicanos llevan la música y el baile dentro.
Los voluntarios, que vamos a la misión con billete de ida y vuelta, volvemos felices. Y a mí me gustaría que ese billete de vuelta fuese más tardío. Pero esta experiencia me sirve para el resto del año, hasta la vuelta a la misión. En El Seybo fui feliz y, al escribir este artículo, recuerdo esos momentos con cariño y hasta con emoción. Sonrío. Viví una radio muy cercana a la gente, muy cercana a los “preferidos de Jesús”, que también lo son de Gullón. Gracias, Miguel Ángel, por permitirme esta experiencia misionera y radiofónica.
Patricia Rosety, voluntaria de Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas