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El Blog de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas

Paraguay y bullying

Belén nos narra su llegada y primeras tareas en la comunidad de San Roque González, a 100 kilómetros de Asunción en Paraguay, con el misionero Toni Miró.

Hola a todos,

Os escribo desde la misión de un pueblo llamado San Roque González (Paraguay); me recuerda mucho a los campos de Republica Dominicana, sus calles son de arena y piedras, un lugar muy tranquilo, la gente es muy acogedora y sencilla, el clima es bastante variable, cuando llegué hacía frío, y ahora hace calor. Lo más bonito de San Roque es la parroquia, de estilo colonial, y la huerta de Ramón… La gente en sus casas habla en guaraní, la lengua indígena de aquí, que es dificilísima (el otro día en una compañía me preguntaron si ya entendía guaraní y yo no…nada, sólo alguna palabra). Les encanta que aprendas y tienen bastante paciencia para enseñarte sobre todo a pronunciar, aunque hoy el señor de al lado en el autobús me salta, no sabes guaraní, y yo no, y me dice porá es linda, y yo disimulando ¿y por favor cómo se dice en guaraní ? y me salta mitá cuñá porá es chica linda y yo ¿y sí y no?; ya ha visto que no me daba por aludida y me ha empezado a enseñar otras palabras. La moneda, con el mismo nombre, vale muy poco, 1€=6480 guaraníes, os podéis imaginar los precios, como todavía no estoy acostumbrada, me asusto al verlos.

La casa del Padre Toni, es una casa muy abierta y fraterna, parece una casa de acogida, donde se comparte Vida…ha vivido con huérfanos, familias, personas que por circunstancias no tenían donde vivir, hasta presos…y los quiere a todos con locura y por supuesto también ellos a él.

Llegué el jueves, y el viernes ya estaba dando una conferencia en la universidad sobre el bullying, lo primero, así sin conocer nada… ¿Vosotros lo entendéis? Yo tampoco lo entendía…pero como siempre, viene Dios a nuestro encuentro, para llenar nuestra vida de sentido; esta vez en forma de niña, Génesis… El sábado llegaba una familia que había vivido en la casa tres años y hacía tres años que no se veían, unos y otros estaban deseosos de verse…vino la mamá, con sus dos hijos (Toni y Génesis), cuando les pregunté en qué curso estaban me dijo la madre que Toni en cuarto y que Génesis no iba a la escuela (me extrañó porque parecía mayor) ; cuando la niña se fue, me dijo la madre que en realidad había empezado el curso, pero que le hacían bullying tanto los compañeros como la profesora y que la había tenido que sacar. Es la niña con la sonrisa más bonita que he visto en Paraguay, además es muy cariñosa, produce una ternura! Me contó la madre que nació con malformaciones, sólo tiene un riñón y la vejiga y los intestinos los tiene fuera; además tiene dificultades de aprendizaje. Enseguida me acordé del Evangelio, como Jesús, devuelve a la vida a todos aquellos, que por una u otra razón son marginados, como los trata, como nos enseña a nosotros a quererles, a cuidarles… No soy ninguna experta en bullying, pero desde ese momento me sentí enviada a la misión, muy unida al Padre, en esa construcción del Reino: con que consiga que traten mejor a sus compañeros, esta experiencia habrá merecido la pena; como dice la canción del langui “Se buscan valientes, que apoyen y defiendan al “débil”…no es justo que esto a mi compañero le pase…” que acaben con la soledad, las lágrimas, los golpes, las palabras que tanto daño hacen…y todos puedan ser felices juntos.

Hoy estuve en el convento de Asunción, conocí a los otros frailes Y me encontré con Miriam, otra voluntaria misionera que lleva aquí 5 meses. Es un lujo compartir en familia dominicana, y una suerte sentirse en casa en tantos lugares del mundo.

Un beso enorme, os quiero.
Belén