Nunca me fui de El Seybo
Patricia Rosety vuelve a la misión aunque una parte de su corazón allí se quedó el año pasado y por eso ha ido apoyando y sintonizando todas las luchas. Ya está disfrutando de su pasión, la radio.
He vuelto a El Seybo, aunque la realidad es que nunca me fui. Volví a España en septiembre del año pasado, pero sólo físicamente. Determinadas circunstancias hicieron que mi corazón y mi mente se quedasen allí. Cuando vuelves de la misión saboreas los momentos vividos, buenos momentos y buenas experiencias. Pero algo pasó que me hizo “volver”.
A los pocos días de irme llegó Fiona, el terrible huracán que azotó El Seybo, se llevó por delante muchas casas, el trabajo de mucha gente, y afectó considerablemente a Radio Seybo, la radio de los Dominicos en República Dominicana donde estuve de voluntariado. Partió la antena en cuatro, quemó el transmisor y causó importantes destrozos. Afortunadamente, no le pasó nada a nadie.
Al poco tiempo, los campesinos, acompañados por el misionero Miguel Ángel Gullón, peregrinaron hasta la capital, Santo Domingo, para pedir al Presidente de la República que les devuelvan las tierras, sus tierras, de las que fueron expulsados por un terrateniente, con violencia, cárcel y muerte. Una continua lucha de derechos humanos, una lucha por la dignidad, que mantienen hoy día y que no pararán hasta que consigan lo que era suyo. Caminé con ellos desde la distancia. Todo esto, y algún asunto más, me hizo estar en comunicación con la misión y con algunos seibanos, y escribir y hablar de ello en estas páginas y también en COPE, donde trabajo.
Ahora, al volver, veo caras y paisajes conocidos. Y tengo la sensación de que estuve aquí ayer. Vuelvo a El Seybo, a Radio Seybo y me siento en casa. Así me lo hacen sentir los dominicos Miguel Angel Gullón, su director, Jacques Jean, a quien acabo de conocer, y Juan Manuel Febles, con quien coincidí los dos últimos años en la parroquia de Atocha, en Madrid. Y de esta manera ,también me lo hacen sentir Evangelista, María, Yomeili, Miguel, Camilo, Israel, Petra, Leidi, Franchesca, Noelia, Raysa, Felito, Mario...y Ada, que es un valor importante en esta misión.
Nada más llegar, nos esperaba la tormenta tropical Franklin. No es un huracán, pero tras Fiona, que ha marcado mucho, todos se ponen en alerta y toman precauciones. Lo que estoy aprendiendo. Y la radio, Radio Seybo, cumple su función esencial, su función de utilidad y de información de servicio público. Un buen equipo de profesionales con un grande al frente, como es Miguel Ángel Gullón.
Pero, en esta nueva y buena experiencia que acaba de empezar, tengo que decir que me falta algo, me falta alguien, me falta Anselmo, el entrañable Fray Anselmo Alonso. Me acuerdo mucho de él. El año pasado estaba aquí y hace unos meses se nos fue al cielo, desde León, desde la Virgen del Camino. Aquí se habla de él con mucho cariño. Estuvo cincuenta y cinco años en República Dominicana. Decía al principio que nunca me fui de El Seybo, lo llevo en el corazón.
Patricia Rosety, voluntaria de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas