Nosotros venceremos
Más noticias de nuestros voluntarios en Paraguay.
¡Hola a todos!
Esta semana me he sentido como el sembrador, dando charlas en diferentes colegios de San Roque sobre el bullying; unas semillas cayeron en tierra buena y espero que den muchos frutos, y otras en terreno un poco más complicado, que espero que algún fruto den. Mañana continúo; me voy a la compañía Simbrón, a seguir sembrando en los colegios de allí y nos acoge una familia en su casa.
El fin de semana ha sido muy intenso, tuve la suerte de ir al Bañado de Tacumbú, con Miriam, una voluntaria de Selvas Amazónicas que vive allí desde febrero. En el Bañado se palpa la pobreza, las casas construidas con diferentes materiales, los niños que pierden cursos una y otra vez, la basura, el bajo nivel cultural, los enfermos, los niños de la calle buscando dinero y cariño…es un barrio rodeado por el río, que lo hace muy vulnerable, ya que si sube el nivel del agua, inunda las casas; lo poco que tienen lo recogen y se lo llevan al refugio, en algunos casos, sólo dejan la estructura y se llevan las láminas de zinc o de madera para construirse su casa en el refugio, la vida es muy inestable…sí, he estado muy cerca de los favoritos de Dios; nos decía una señora, se nota la presencia de Dios en ustedes; en ustedes más... Hay un proyecto de levantar el barrio por encima del nivel del río, pero tardan mínimo 5 años…y mientras continuarán luchando El sábado por la mañana estuvimos en el CAMSAT (Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos), donde hay un centro de salud, una radio comunitaria, una escuelita, biblioteca, aula de informática, trabajadora social que hace préstamos especiales para estas familias (ACRES), y una de las capillas. La coordinadora nos decía, hemos elegido trabajar con la pobreza para que se superen cada día… habla con fuerza y esperanza, van avanzando paso a paso. Luego fuimos a ver algunos enfermos que Miriam atiende en sus domicilios, a una señora le había preparado un pastillero, pero esta medio ciega, y no había acertado demasiado…necesitan mucho seguimiento y mucho cariño, Miriam lo hace muy bien.
Lo más intenso sin duda, la boda en la cárcel de allí. Se casaban dos presos políticos del caso Curuguaty, (15 de junio de 2012). Una vez más, los grandes latifundistas, querían apropiarse de las porciones de tierra de pequeños campesinos, que sólo tienen eso para vivir, se presentaron 300 policías armados, contra 70 campesinos…murieron 6 policías y 11 campesinos, sólo investigaron las muertes de los policías, no tenían pruebas…y metieron a unos cuantos en la cárcel…están deseando que llegue el caso a la justicia internacional… demasiados intereses encontrados y mucha corrupción…una vez más los grandes quieren pisar a los pequeños. La cárcel es grande, los derechos humanos brillan por su ausencia, dentro hay una gran Iglesia, a la celebración vinieron sus familias, muchos presos, gente de Iglesia y gente muy reivindicativa…El novio esta interno en la cárcel con otros tres del caso Curuguaty, y la novia tiene arresto domiciliario, sólo puede salir de casa una vez al mes. Empieza la boda, sale el novio, con sus dos hermanas cogidas del brazo y detrás los otros tres presos del caso, al llegar a la mitad de la Iglesia, los presos empiezan a aplaudir, son un ejemplo de lucha, son un ejemplo de que el amor puede con todas las barreras, le sigue la novia, también muy arropada…los novios leen la creación del génesis y se comprometen, ellos son los ministros, los demás testigos su compromiso. Las ofrendas muy simbólicas llevadas por sus compañeros: unas cadenas que simbolizan la opresión, tierra de Marina Cue (el motivo de la lucha) y frutos de esa tierra, la bandera de Paraguay y la de las manifestaciones, donde pone “Es tiempo de JUSTICIA, TIERRA y LIBERTAD. Curuguaty”, y el Pan y el vino, Dios está con ellos en esta lucha, les da fuerza y esperanza para continuar… compartimos el banquete de la Eucaristía, y sale una señora a leer el texto de Ruth adaptado a los campesinos: “Tu tierra, será mi tierra, tus frutos serán mis frutos, tus semillas, serán mis semillas…” y como canción de salida: Nosotros venceremos…sí ojala venza la justicia, ojalá venza la fraternidad y el compartir, frente a la avaricia; que “devolvamos al pobre aquello que le pertenece, pero que por egoísmo humano se lo hemos quitado…”; ojalá que algún día aprendamos a amarnos como Tú nos amas, así todos venceremos.
Un abrazo,
Belén