La vida en el campo
Belén sigue enviándonos su reflexiones en las tierras de misión paraguayas….
Muy buenas! Ya está aquí Gabriel, mi compañero de misión; Esta semana hemos estado viviendo en la compañía Simbrón (un campo de San Roque, pueblo campesino) con unos profesores (Miguel y Perla) de allí para ir a dar las charlas de bullying a los colegios de esa zona y hemos aprendido un montón... Por un lado nos hemos sentido muy acogidos y cuidados en su casa, qué poco uso hacemos de esa fraternidad que nos enriquece la vida y el alma y nos acerca a Dios. Es impresionante como te abren las puertas de su casa y te hacen sentir como si estuvieras en la tuya. Daban ganas de decir como el Evangelio de hoy "qué bien se está aquí, hagamos tres tiendas" pero ...hay que seguir disfrutando y compartiendo con más gente; mañana nos vamos a otra casa de profesores en otra compañía Arasaty... Cada vez vamos conociendo un poco más sobre la educación aquí, los profesores tienen demasiadas horas de clase (256 al mes de 45min) y eso les hace estar muy cansados, y poco motivados...trabajan muchos en varios colegios y casi no les da tiempo a comer para ir de uno a otro, por eso las clases que dan no suelen ser demasiado intensas; de hecho en más de un colegio nos han llamado "guapos" (que aquí quiere decir trabajadora) por darles charlas de dos horas...También hemos tenido la suerte de conocer algunos profes que les encanta su trabajo, que acompañan a sus alumnos, y se sienten muy orgullosos cuando siguen sus estudios, que les gusta aprender y dar lo mejor de sí mismos, para sacar el máximo de sus alumnos...eso es Vocación, lo que hacen, les hace felices y merece la alegría y el cansancio. Algo que siempre me impresiona de estos países, son los escasos recursos para las personas con discapacidad...son "apartados" del camino a los que Jesús tanto quería y buscaba para devolverles a él...En uno de los colegios, había un chico con sindrome de down, estaba tirado en el suelo, bastante sucio; intenté hablar con él, tanto en español como en guaraní, le pregunté como se llamaba, y de repente me dio la mano; cuando vino el director me dijo que el no hablaba, que no había ido nunca a la escuela, (tendría 20 años), le dije pero si debe entender, porque me ha dado la mano, y me dijo ¿te ha dado la mano?qué raro...qué importante es dar a cada uno según sus necesidades... En todos los colegios de Simbrón están empezando con un proyecto de una piscifactoria para los alumnos, están muy ilusionados y seguro que irá bien. El campo es una maravilla, por su silencio adornado por el canto de los pájaros, por la cantidad de recursos (hemos pescado con caña y con red, cosechado yuca, ordeñado a la vaca, hemos aprendido a hacer queso, nos hemos montado en un carro tirado por bueyes...) en los campos es tan difícil que te falte comida (un día Gabriel desayuno tres veces jeje), " el danos hoy nuestro pan de cada día" es una realidad y su gente es genial, les encanta compartir lo que tienen y lo que son. Allí es donde te das cuenta como dice el Papa Francisco que el cuidado de la creación te lleva el cuidado del hermano. Un abrazo grande Belén