Hoy, seis meses después de volver de la misión, vuelvo al punto de partida
Ángela comparte su testimonio, desde el aeropuerto, antes de subir al avión que le llevará de vuelta a la Misión de Pangoa
Madrid. Jueves 6 de julio de 2023.
Si las paredes de un aeropuerto pudiesen hablar, seguro que nos contarían millones de historias, muy diferentes, pero con un denominador común: los nervios.
Los motivos para viajar son muchos. Puede ser por trabajo, para ver a la familia, para vivir una aventura, por amor... y en todos ellos aparecen esos 'nervios' unidos a un sin fin de emociones.
Hoy, seis meses después de volver de la misión, vuelvo al punto de partida. Vuelvo a subirme a un avión, que me llevará de vuelta a vivir un proyecto que nació dentro de mi hace muchos años.
Al igual que la gente que me rodea, siento nervios por el viaje, por la incertidumbre de ver qué me deparará la misión, cómo encontraré un país que dejé sumido en revueltas. Sin embargo, también sé que esos 'nervios' no son malos, sino que en el fondo son el principio de una nueva aventura comienza.
La mochila la cargo llena de ilusión, pero también le dejo espacio para dejarme transformar, para que las miradas de la gente no me sean indiferentes y que Dios siga resonando en mi interior, y guíe mis pasos.
Ángela Burguet, voluntaria de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas, camino de Pangoa, Perú