Día Mundial de la Radio 2023: Hace mucho tiempo… en un futuro próximo
Las radios son imprescindibles en nuestras misiones, este año conocemos la mirada de nuestro voluntariado misionero. Conoce la de Asier Solana
Radio Sepahua era una radio espontánea y sin mucha estructura humana, con nada de profesionalización. En 2011, por no encontrar, no encontré ni una grabadora. Pero sí lo básico para empezar a funcionar: un estudio, unos micrófonos, y una emisión que incluso se mantenía de noche gracias a unas baterías alimentadas por placas solares. Eran tiempos en que WhatsApp no se había generalizado e Internet llegaba por satélite, a pesar de haber pasado poco más de una década.
En aquel tiempo (no tan) lejano viví algo mágico: cómo el periodismo local, de alguna manera, se instalaba para quedarse en aquella región amazónica. Desde la incredulidad de una entrevista hasta que me pidieran a todas horas. Siempre defenderé el periodismo local.
Pero no vengo a hablar solo del pasado, sino también del futuro. Me dicen que, casi diez años después de dejar Sepahua, no lo reconocería. Es muy posible porque tienen WhatsApp, pero estoy seguro de que pronto me haría al lugar, incluso con su iglesia nueva. Hace unas semanas llamé al padre Ignacio, que sí continúa al pie de la misión medio siglo después de llegar al Perú. Y me dio una noticia que me hizo llorar de alegría, que estaba ya decidido, que a partir de marzo Josi se haría con las riendas de Radio Sepahua. ¿Y por qué era eso algo tan bueno?
Porque Josi nació en Sepahua, creció en Sepahua, estudió en la Universidad (fuera de Sepahua), y va a volver a sus raíces, esto seguro que pudiendo no hacerlo. Porque ella se reveló como una gran comunicadora desde su adolescencia, cuando realizábamos semanalmente un magacín de sábado tarde con niños, y más tarde cuando fue implicándose en ello.
Porque, además, empezó una carrera universitaria que no tenía nada que ver con el Periodismo, pero pronto empezó a estudiar Comunicación, y ya la termina, varios años después.
Y porque me siento privilegiado de haber sido testigo de aquellos primeros momentos y saber del ahora, porque casi nunca sabemos el ahora del ayer que vimos.
Después de la llamada al padre Ignacio, escribí a Josi para felicitarla, por supuesto.